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Te miré de reojo, estabas tomando apuntes de las palabras de Aizawa.

Suspiré, cuando estábamos en la escuela seguías comportándote tan distante como antes y nunca nos habíamos quedado a solas desde la cita, de la cual ya habían pasado algunas semanas.

Me devolviste la mirada con indiferencia y fruncí el ceño ante eso. Chaqué la lengua, mirando a Aizawa de vuelta para que no me llamaran la atención.

...

Nada más salimos de clase te agarré del antebrazo, llevándote a los baños. Ya estaba harto de esperar a que tomaras la iniciativa.

Cerré la puerta detrás de nosotros y, tras comprobar que no había nadie, hablé.

- ¿Por qué me ignoras?

Ese hecho era obvio para mí y dolía.

-No te ignoro.

Respondiste indiferente.

-Sí, lo haces.

Fruncí el ceño.

-No hagas tanto drama por eso.

Trataste de apartarme para poder salir, pero no pudiste, esas palabras dolieron.

-Responde a mi pregunta.

-No te pongas a llorar por eso, Midoriya.

-Es Izuku, no Midoriya.

Te recordé, apretando mis labios en un puchero.

-No te ignoro, lo digo en serio.

Fue tu respuesta final.

-Sí que lo haces, esquivas mi mirada cuando nos encontramos, también escapas de mí cuando quiero que almorcemos juntos o ignoras mis mensajes cuando lo único que quiero es hablar.

Dije en un tono amargo, recordando la gran cantidad de veces que habías hecho aquellos actos.

- ¿Qué he hecho mal? ¿Ya te cansaste de mí?

Pregunté en un murmullo.

Tu indiferente expresión no cambió, pero te acercaste a mí, abrazándome en forma de consuelo, mientras las lágrimas ya recorrían mi cara.

No negaste nada de lo que dije.

La primera... (TodoDeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora