Llévame a casa

La tercera es la vencida.

Me es muy difícil decir todo lo que siento. Siempre batallo para encontrar las palabras adecuadas para expresar mis ideas o sentimientos. Envidio a aquellos que no batallan ni siquiera un poco cuando se trata de estos asuntos. Quizás por es por lo que me gusta mucho escuchar música, porque a veces me identifico con alguna canción o con algún compositor y hay ocasiones en las que sus canciones quedan de manera perfecta para la situación que vivo. Pero también sirve la música totalmente instrumental, ya que ahí te imaginas las palabras que pueden acomodarse al ambiente.

Divago demasiado.

Lo que realmente quiero decirte es esto: quédate. Por favor, quédate.

Sé que probablemente no soy el amor de tu vida pero quédate. Sé que hay días en los que me odias pero por favor quédate. Sé que no soy la mejor opción que pudieras tener pero por favor quédate. Yo sé que tal vez la separación es inevitable y que tal vez me olvides pero por favor quédate que no quiero despertar sin ti a mi lado. No estoy listo.

Soy demasiado egoísta porque sé que tú estarías mejor sin mí pero no estoy preparado para dejarte ir. Tengo miedo a lo que venga después. Siento que sin ti no podré afrontar las dificultades y retos del futuro. Soy como un niño que depende de la protección de los adultos. Dependo demasiado de ti. Sé que está mal pero la verdad es que no lo puedo evitar.

Siempre serás un sueño que espero algún día alcanzar y permanecerás así hasta que pueda alcanzarte o eventualmente pierda lo cordura.

Sabes que te quiero pero te quiero y siempre serás la única persona con la que me sentiré en casa sin importar en que rincón del planeta nos encontremos.

Solamente me queda esperar y afrontar lo que venga.

Si decides quedarte, seré muy feliz. Pero no solamente se trata de mí, también es sobre ti. ¿Serías feliz?

Te quiero y pase lo que pase siempre lo voy a hacer.