Vida y Muerte

Amigos de Hierro

-Sabes, nunca me anime a preguntarte... Muchas veces que no vienes a jugar con nosotros me eh dado cuenta que vas y juegas con los chicos de papel. ¿Por qué lo haces? Ellos vienen y se van. -

Nosotros también venimos y vamos pensó hacia dentro, pero sabía a qué se refería su amigo.

-Hace tiempo me eh dado cuenta que no sé si es una suerte vivir tantos años, pero si una responsabilidad. Me gusta compartir con ellos y ver cómo somos iguales, bah, eso lo se hace muchos años, pero ellos... Me da la impresión que algo queda cuando compartimos momentos juntos, hacemos las mismas cosas, nos reímos por lo mismo. Me voy sintiendo que la injusticia que cargan se atenúa un poco...

¿Se atenúa un poco? - Pregunto mientras seguía escuchando muy atentamente.

-Si... Siempre me eh dado cuenta que son pocos los que aceptan el destino de la tierra, hasta los que gritan a cielo abierto que son felices. La mayoría vive con recelo de aquellos hechos de materiales de mayor durabilidad. Pero solo es eso... Vivimos más, pero sufrimos, tenemos alegrías y nos preocupan las mismas cosas, y cuando compartimos momentos juntos, la distancia ya no es la misma. Llego a sentir que su vida mejora o al menos eso creo. Es mi granito de arena así que no me reproches por favor.

-Jamás lo haría amigo, solo quiero entenderte y hoy me voy pensando cosas nuevas. Me alegra saber que también podemos hablar de estas cosas... A veces siento que porque somos de hierro no tenemos derecho a decir que nos aflige... Y esto de pensar que somos iguales me da el valor para decirte algo... Yo también temo a la muerte y no sé cómo apagar ese miedo. -

Esa tarde de verano, dos amigos se abrían un poco más y empezaban a descubrir la importancia de la palabra nacida en la confianza.