C19 "Quiero ser parte"

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Era de mañana cuando escucharon la puerta siendo tocada.

Negan se había quedado a dormir con Mia, le sorprendía la linda sensación que sentía con ella.

Mía fue la que se levantó a abrir la puerta, Negan despegó la cara de la almohada.

- Hola. - saludo D con Simón atrás.

- Hola, pasen. - le sonrió y dejo que pasarán, mientras Negan se estiraba en la cama y los miraba con cara de enojado.

- Pero que putos buenos días. - dijo Negan sonriendo.

- Espero que la noticia no arruine esos buenos días. - dijo Simón cruzando sus brazos.

Negan se sentó en la cama y los miro atentos, mientras Mia se apoyaba en la puerta.

- Ya descubrimos quienes fueron, atacaron una base del este.- se le adelanto D.

- ¿Quiénes fueron? - pregunto Negan ya furioso.

- Solo sabemos que uno se llama Darel y tienen una comunidad cerca de Hilltop. - le contesto Simón.

Negan suspiró cansado y miro a Mia. - ¿Nos vemos después?

- Es una afirmación. - le sonrió.

Negan le devolvió la sonrisa y apuro a los hombres para irse a solucionar el problema una vez por todas.

- Negan. - lo llamó antes que se vaya, cuando le prestó atención le pidió. - ¿Puedo dar una vuelta por la fábrica? - hizo una sonrisa al ver su cara de advertencia.

- Ya te lo dije, no estás atada. Ten cuidado y pide una maldita arma antes de salir. - le dijo sonriendo.

- Gracias, nos vemos. - le contestó con una mini sonrisa.

Ya una vez sola en la habitación, se preparo para salir encontrando unos cuchillos entre la ropa, quizás fue Negan quien los había dejado, pensó la rubia.

Iba caminando por la fábrica, se dirigía hacia la armería a buscar alguna otra arma, terminando eligiendo un hacha.

Unos llantos la hicieron parar y ver su alrededor antes de salir al bosque, se encontraba a unos metros unas mujeres con jóvenes en frente de las cruces de los que fueron explotados.

Se sintió mal por verlos tan frágiles, ojala los que hicieron esto lo paguen, pensó mientras se acercaba a la escena en silencio.

- A veces tu padre era tan idiota pero siempre quiso lo mejor para nosotros. - escucho que dijo una señora.

- Lamento sus pérdidas. - hablo la rubia viéndolos con sinceridad. - Si les sirve de consuelo, ya saben cómo se llama y van a actuar muy pronto. - les conto y vio como las señoras les sonreía.

- Gracias sabemos que no era el grupo querido de todos pero es confortante saber que los causantes lo van a pagar. - le dijo otra señora.

- Es bueno ver al jefe más concentrado en todos, antes estaba perdido. Gracias. - le dijo un joven.

Mía sonrió y antes de irse dijo. - Si necesitan algo me lo pueden pedir, hasta luego. - se despidió.

Antes de alejarse vio como varios camiones se preparan para salir, quizás ya los encontraron pensó.

Se metió al bosque pensando en todo lo que había pasado, desde el secuestro hasta encontrándose con Negan. Por un mínimo segundo pensó en su hermano, y si la estaba buscando.

¿Y si aparecía para llevársela con él?

Deshizo ese pensamiento, su hermano no la busco ni siquiera debe seguir vivo.

Ya se encontraba un poco alejada del Santuario y sintió una opresión en su pecho, pensamientos negativos le hicieron pensar que quizás Negan habría sufrido algún accidente pero lo descartó al saber que solo Negan podría matarse.

Negan, con tan solo pensar en el sonreía como tonta. ¿Qué le pasaba con ese hombre de chaqueta de cuero y sonrisa encantadora?

Había pasado poco tiempo de conocerlo pero joder que no se lo podía sacar de la cabeza, era el primer hombre que quería tener cerca.

¿Y si se había enamorado? No, no podría volver a cometer el mismo error a pesar de que no es Bruce, es imposible no verlo como él.

Tenía sus propias esposas, un ejército de hombres que lo siguen en todo y una rubia a su lado.

Pero no, no era Bruce. Negan no le haría mal, o bueno eso sentía cerca de él.

El la hacía sentir protegido, hasta querida y no por unos minutos.

A pesar de estar horas con la cabeza en otro lado, había encontrado pocos caminantes que remató al instante.

Decidió volver a su hogar, el Santuario, le había dado otra oportunidad bueno en realidad fue Negan pero los Salvadores son agradables, un poco idiotas pero salvarían el culo del otro.

Se veía más cerca la fábrica, ya era de noche y esa sensación en su pecho seguía presente, cada vez más fuerte.

Logró entrar sin problemas, no estaba tan lleno de Salvadores como siempre.

Fue directo al cuarto de Negan a esperarlo, tenía esa sensación molesta. Y así pasó varias horas, acostada en la cama dormitando gran parte del tiempo.

Un ruido en la puerta la hizo despertar del todo, y por ahí entro el hombre que no podía sacar de su cabeza.

- ¿Me esperabas? - preguntó Negan sonriendo.

- Si. - le sonrió igual y vio como tenía a Lucille con restos de sangre. - ¿Ya los encontraste? - pregunto viendo como la dejaba a un costado y se sacaba los zapatos con la campera.

- Si, ya no molestarán. - le aseguro y se acerco a acostarse a su lado.

- ¿No te hicieron nada? - pregunto cautelosa.

- No, soy el mismísimo Negan. - le sonrió. - ¿Porqué?

- Tuve una mala sensación. - le conto.

- ¿Así que pensaste en mí? - le pregunto coqueto mientras la veía reír.

- Claro, imposible no pensar en ti. - le contesto mirándolo a los ojos.

- Tampoco te pude sacar de mi mente rubia. - le confesó acariciando su mejilla.

- ¿Puedo pedirte algo? - le pidió luego de unos minutos de silencio.

- Lo que quieras, lo tenes. Deberías saberlo pequeña. - le contesto con una sonrisa.

- Se como consigues las cosas para el Santuario. - le comento y vio como esa sonrisa se apagaba, cambiándola por una seria. - Los comentarios acá vuelan rápido, además de que los hombres hablan de las otras comunidades y cómo consiguieron sus colchones a cambio de protección. - le explico.

Negan quedo serio viendo como suspiraba y lo miraba fijo.

- No te lo estoy reclamando, cambia esa cara de perro mojado. - le pidió con una sonrisa y agregó. - Quiero ser parte, y no solo buscar cosas afuera.

- ¿Qué? - pregunto confundido con una sonrisa. - ¿Es en serio?

- Quizás no es la mejor manera de sobrevivir pero de donde vengo es mejor tu manera. - le contó y soltó el aire que había contenido. - Me gustaría acompañarte, ayudar a recolectar las cosas, estoy aquí y quisiera ser parte. Si es que me dejas.

Negan la quedó mirando seriamente para luego sonreír como tonto, en verdad cada día la sorprendía más.

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12/10/2020

Perdón por la demora, me llegó la inspiración ah

¿Qué les parece? ¿Les va gustando?

Luana, cambio y fuera. -.

La princesa de Negan• (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora