Habían pasado dos semanas desde que Laura comenzó su trabajo y de que Villa se encontrará de gira por Latinoamérica. Laura había conseguido tomar un buen ritmo de trabajo rápidamente a la vez que su amistad con Isabel daba paso a un cariño maternal. Villa por su parte seguía de gira por Latinoamérica a la vez que adelantaba en el disco, grabando en los hoteles o en las pocas mañanas libres que tenían. Aunque ambos tenían que trabajar en sus mentes siempre rondaban recuerdos y en sus corazones el dolor era mayor cuando llegaban las noches y no tenían a quien abrazar o la sonrisa del otro.
Villamil se encontraba en su habitación moviéndose de un lado a otro recogiendo las cosas con toda la rapidez que podía, les habían dado unas pequeñas vacaciones y había decidido ir a Madrid para darle una sorpresa a Laura. Martín al enterarse decidió acompañarlo para organizarle una sorpresa a Alicia, en esos momentos la puerta de la habitación de Villamil sonó y este fue a abrir, cuando abrió tan rápido como pudo, una bala entró, era Martín.
Villamil: Buenos días a ti también Marto –Dijo riendo al ver la mirada de Martín-.
Martín: Perro, te dije que hicieras la maleta anoche –Dijo mirando la maleta abierta que había encima de la cama de Villamil-.
Villamil: Ya, pero me dormí, Marto relájese un poco, aún nos queda dos horas para embarcar y estamos a 30 minutos del aeropuerto –Dijo tratando de relajar a Martín-.
Martín: Si ya perro, lo siento es que ya tengo ganas de llegar –Dijo mientras soltaba un largo suspiro y apoyaba su cabeza en sus manos-.
Villamil: Sobre eso hablaremos después, ahora terminare de empacar y nos pondremos rumbo al aeropuerto con tal de que el niño esté más tranquilo –Dijo poniendo un tono maternal al final haciendo que Martín le mirara mal y esté riera-.
Después de unos minutos terminaron la maleta y se aseguraron que ninguno se olvidaba de nada y fueron a despedirse de los chicos que se encontraban en la habitación de Isaza.
Isaza: Buen viaje chicos y suerte Marto –Dijo mientras se despedía de sus amigos-.
Martín le sonrió y ambos con maleta en mano se pusieron rumbo al aeropuerto, tomaron un taxi, cuando Villa noto que a causa del tráfico se demoraría un poco más miró a Martín el cual estaba al borde de un ataque de nervios y decidió hablar para relajarlo.
Villamil: Entonces ¿Por qué quieres venir tu a Madrid?
Martín: Por Alicia –Dijo con toda la normalidad del mundo y Villa le miró sin entender nada-.
Villamil: ¿Son pareja ya perro?
Martín: No, no, no –Dijo mientras un leve sonrojo aparecía en sus mejillas- Pero quiero preparar algo para probar suerte – Murmuró de forma que solo lo escucho Villa mientras una sonrisa aparecía en su rostro-.
Villamil: Entonces, sí que sientes algo por ella –Dijo Villamil con una sonrisa divertida mientras le daba con el hombro suavemente-.
Martín: Puede... En realidad estas semanas que hemos estado de gira me he dado cuenta que me hacía mucha falta y me he dado cuenta también de que me encantaría estar con ella –Dijo soltando todo lo que llevaba pensando estas dos últimas semanas-.
Villamil: Perro, eso es maravilloso –Dijo con una sonrisa que le transmitió seguridad a Martín- Si necesitas ayuda para organizarlo no dudes en pedirla.
Martín y Villa siguieron hablando sobre la sorpresa que le haría Martín a Alicia y sobre lo que tenían planeado hacer en su estancia en Madrid. Llegaron al aeropuerto y se fueron directamente a hacer todo el papeleo para llegar directamente a la puerta de embarque, cuando estaban a punto de entrar al avión el teléfono de Villa comenzó a sonar, este miro la pantalla y vio que era Laura.
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El chico del corazón de cristal
FanfictionEl amor aparece cuando uno menos se lo espera pero ¿Qué hacer cuando el amor te llega de golpe y pierdes el control de tu sentimientos?