Capitulo 16

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Villamil se despertó con una sensación muy grande en el pecho. Sentía mil cosas mezcladas, sentía amor por Laura, sentía unas grandes ganas de volverla ver y de volver a besas esos labios que creaban una locura insana en él, sentía un gran miedo de no ser suficiente para ella y perderla para siempre... simplemente sentía que la quería y no dejaría que ella desapareciera de su vida.

Villa cerró los ojos con fuerza intentando calmar toda aquella revolución que Laura había creado en él y fue justo en ese instante cuando se dio cuenta de que todo aquello que sentía por Laura no lo había sentida jamás, aquello que le hacía sonreír cada mañana, que aquel sentimiento era completamente nuevo para él y sonrió al darse cuenta.

Se decidió levantar y relajarse un poco con una ducha. Cuando ya estaba vestido bajo al comedor donde los chicos estaban desayunando, Villa se sirvió y algo ausente se sentó en la mesa bajó la mirada extraña de sus amigos.

Villa: Buenos días.

Todos: Buenos días.

Isaza: Oiga perro -Dijo haciendo que Villa levantara la mirada de su plato y le prestaba atención- ¿Se encuentra bien?

Villa: Si si perro todo bien, tranquilo. –Dijo posando la mirada en su plato y terminando de desayunar en silencio-.

Cuando Villa terminó se levantó y sin saber exactamente que hacer se dirigió a su habitación. Cuando llegó se sentó en uno de los sillones que había delante de la ventana y se quedó allí. No podía relajar aquellos sentimientos que se apoderaron de él y eso le hacía pensar en todo lo vivido. Cuando la vio por primera vez en el aquarium y como por arte de magia se chocó con ella, cuando... Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta cerrándose.

Martín: Villaco ¿Seguro que estas bien? -Dijo mientras se apoyaba en la pared quedando a un metro de Villa y mirándolo fijamente- Lo digo porque sabe perfectamente que puede contar con cualquiera de nosotros. Somos como hermanos pri.

Villa: No te preocupes, estoy bien –Dijo mintiendo y para evitar más preguntas sonrió para tranquilizarle-.

Mientras Martín estaba en el baño aprovechó y salió del cuarto, esas cuatro paredes le estaban consumiendo y agobiando. Villa salió a paso rápido de allí y cuando llego a una zona de relax, de lejos diviso un piano y aprovechando que la sala estaba vacía pra desahogarse de la manera que se había desahogado desde siempre: con la música.

Cuando se sentó su corazón iba a mil por hora porque comenzó a pensar en Laura y de su corazón salió la única canción que encajaba con ella, la correcta.

Te cuento que me encuentro enamorado.

Y siento que esta vez es la correcta.

Los sentimientos de villa iban aumentando por cada nota que tocaba, por cada frase que cantaba-.

Te cuento, para mí ella es perfecta.

Con todos sus defectos y pecados.

-Villa comenzó a recordar cada cita, cada beso con tanto que contar, cada risa compartida, la felicidad que ella le trasmitía-.

Sé que con otras yo me he equivocado.

Sé que he dado contra el mundo y he perdido la esperanza

Porque aunque llevo cargas del pasado.

Cuando ella está a mi lado se equilibra la balanza. 

Y nada me cansa.

-Estaba convencido de que Laura no era como las demás, estaba completamente seguro que ella no le haría daño y la amaría como si no hubiera otra persona en este mundo-.

No pienso dar ni un paso atrás.   

En el camino que me lleve hacia tus besos.  

No pienso en eso, se los confieso.         

Hoy me arriesgo a todo sin mirar atrás.

-Villamil estaba seguro que quería tener algo con Laura, esa chica lo estaba volviendo loco, le hacía sentir como un niño que se enamora por primera vez-.

Si tú te vas, ya volverás. 

Porque el destino sabe bien qué es lo correcto.   

Y no habrá pretextos de espacio ni tiempo.   

Solo formas nuevas de poder amar

-Unas lágrimas empiezan a aparecer en el rostro de Villamil y el nudo de la garganta le impedían seguir cantando-.

Isaza estaba apoyado en el marco de la puerta observando a su amigo, cuando se dirigía a su habitación escucho el piano sonar y se quedó observando a su amigo. Sin dudarlo dos veces se acercó y abrazó a Villa. Este no paró de llorar y su amigo dolido por dentro se preguntó que le ocurriría para que llorará porque era muy raro encontrar a Villa así.

Isaza: ¿Qué le pasa Villamil? –Dijo mirando fijamente a su amigo con preocupación-.

Villa: Tengo tantos sentimientos dentro de mí que siento que voy a explotar –Dijo mientras se quitaba un par de lágrimas que caían por su rostro- La amo, Isaza. No sé qué me ha hecho, pero es que la veo y todos mis sentimientos están a flor de piel, solo quiero que se quede conmigo eternamente, que no se vaya ... no sé qué me pasa, todo es tan extraño para mí -Dijo con un corazón desbocado y con una revolución de sentimientos dentro de él a medida que salían las palabras-.

Isaza: Eso de lo que hablas es amor –Dijo poniendo su dedo índice en el pecho de Villa- Sientes amor por ella así que vete a por ella.

Villa: No la quiero perder -Dijo casi en un susurro- pero si ella siente lo mismo por mí.

Isa: Estoy seguro que ella sí que siente lo mismo que tú -Dijo poniendo la mano en el hombro de su amigo como para darle fuerzas- y si me equivocó te invito a cenar –Dijo cosa que hizo que Villa sonriera un poco- habla con ella- Y dicho eso Isa se levantó y dejo a Villa sentando en el piano-.

Este suspiró ya algo más tranquilo. Villamil  se metió en el chat de whatsapp para hablarle a Laura y sus manos comenzaron a temblar,  cuando le dio a enviar lo que se apodero de él fueron sus nervios.

El chico del corazón de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora