Sebastián.-
Juliana lleva ya casi un mes hablando con su pequeño idiota del antro, y sí, es un idiota. Ella intenta quedar con él y siempre la deja plantada con alguna excusa estúpida; ella sabe que son mentiras y me parte no poder ayudarla, pero ir a abrazarla mientras llora en su cuarto por un gilipollas nivel 6 sería como comprar yo mismo mi casa en la calle Zona de Amigos y, joder, no quiero que eso pase.
No estoy enamorado, lo sé, pero en serio que esta chica me encanta. Es tal vez la persona más dulce que he conocido.
Bueno, por llevarle la cena a su cuarto no puede pasar nada, no es como que vayamos a ver "A walk to remember" o alguna película de Zac Efron,
¡JODER! Estamos viendo 17 otra vez, ella tiene puesto un pijama horrible con dibujos de animales deformes en él. De vez en cuando la escucho ahogarse por esconder las lágrimas.
-¿Qué está mal conmigo?- Su pregunta me tomó de sorpresa- Sé que puedo ser fastidiosa pero en serio siento que le quiero y me da miedo perderlo.
-Juli...yo creo que el del error es él- Me miró fastidiada, seguramente ya ha escuchado mucho esa frase de parte de sus amigas- No, piénsalo, hablo en serio; una chica preciosa, inteligente y soltera no suele ir paseándose por las calles de España, no, sin los montones de chicos que se merece, detrás de ella. Creo que por eso está asustado, está intimidado...yo lo estaría.
Estaba rojísima y eso solo significaba una cosa: mis palabras movían algo en ella...yo movía algo en ella.
-Sebastian, ¿podrías dejarme sola?- Dijo al momento que empezaba a llorar. Claro que no la dejaría sola, me acerqué un poco y se echó a mis brazos, asombroso, la estoy consolando...como su amigo.-
-Y seguro que dentro de poco...él querrá formalizar contigo.-No quise ahogarme con mis palabras, aquél hijo de puta la estaba haciendo llorar-
-¡NO! Él no me quiere para eso...- La miré confundido, ella bajó la mirada- Christian tiene novia...y se van a casar pronto.
Joder, joder, joder...lo mato, si que lo mato. Me levanté de la silla dispuesto a ir a buscarle.
-¡¿A dónde vas?!-Me gritaba Juliana mientras me seguía por el apartamento- ¡Sebastian!...joder...
Seguido de la palabrota escuché algo caer. Ella estaba tirada en el piso con el perchero encima de ella.
-¡Mierda, Juliana!- Dios, el pánico me atacó y salí corriendo a levantarla. Está bien, esta noche no iría trás el idiota.
Ya pasaron dos meses y el problema se hace más grande, no con Juliana y Christian, sino conmigo. Ella simplemente...me está volviendo loco, me encanta, su sonrisa, su voz, su cabello revuelto, sus ojos, sus pequeña manos.
Consiguió un novio, su familia tiene dinero y ella, si tengo suerte, solo llega a dormir, el resto del día estoy completamente sólo. Una parte de mí la ve y no encuentra felicidad real en ella, pero la parte racional sabe que me estoy inventado cosas para no creerme que encontró a un buen chico, un poco estirado, pero es bueno.
Juliana.-
-Mañana tengo libre...pensé que podríamos salir o...- Estábamos en el auto de Óscar recién salíamos de una discusión en la qué: él reclamaba y yo simplemente me disculpaba, así que hacer planes para mañana es estúpido pero me ayuda a saber que tan molesto está conmigo.-
-No puedo, tengo trabajo...-Su mirada estaba perdida en algún lugar, pero la mía no perdía detalle de cada movimiento de su rostro, volteó a verme y su expresión se relajó y suspiró.- Pero el sábado tengo libre, ¿te parece?
Lo abracé, después salí del carro y entré a mi edificio.
¡Asombroso! No encuentro mis llaves, toqué por lo que creo que fueron 20 minutos y opté por comenzar a meter cosas en la cerradura, palillos, broches, etc...hasta que por fin una tarjeta la abrió.
La televisión estaba encendida en un canal que solo transmitía anuncios, y un Sebastian triste estaba en el sofá viéndola, o eso parecía. Iba a gritarle por no haber abierto la puerta, pero él, en serio, no lucía bien. Me senté a su lado y apagué el televisor.
-¿Por qué la cara larga?.-Le pregunté acariciando su hombro, un segundo después sentí todo su cuerpo tensarse y paré-
-Es mi cara de todos los días.- No volteaba a verme, solo paseaba su mirada lentamente por la habitación-
-¡Claro que no! Si eres la persona más alegre que conozco.- Le sonreí y él soltó un bufido- Vale, ¿qué pasa?
-Nada.
-Que me digas.
-Que no es nada.
-Dime.
-No es nada, joder.
-Estás raro.
-Llevo tiempo así y hasta ahora lo notas, ¿y sabes por qué? Porque tuve la suerte de que a ti se te olvidaran las llaves, batallaras con la cerradura para entrar, me vieras en el sillón y entraras dispuesta a aventarme mierda, pero tu dulce corazón se apiadó de mi...triste presentación.
-Vale, ¿me vas a decir qué te pasa?
-¡TÚ!¡Eso me pasa!...mierda.
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Nuestra historia de...¿amor?
Romance¿Por qué el amor solo tendría que estar basado en flores y palabras bonitas? ¿Por qué no apreciamos el amor a las cosas, a los pequeños detalles? ¿por qué eres capaz de "amar" los bosques, ríos y mares pero nunca aprecias tu propio entorno? Porque...