Capitulo 12,Aquello que no te deja dormir

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Los asuntos del corazón son delicados, más para una persona delicada. El corazón de una persona sensible es frágil como el cristal, una perturbación que para algunos puede ser miníma como no saludar o olvidarse de algo, o incluso una palabra bien intencionada puede ser un revoltijo en el corazón de alguien. No es tu culpa, ni de esa persona, algunas veces estamos tan mal que creemos no merecer ni el más minímo gesto de aprecio.

Y aunque mucha gente del común no son expertos para saber como aliviar a alguien con corazón triste, quizás lo mejor que podemos hacer para esa persona estar ahí. Hablar con ella, o permanecer en silencio si te lo pide, quizás sosteniendo su mano o invitándole a comer un helado para animar un poco su situación. Y eso trató de hacer Sinbad cuando miró a su amado viendóse fijamente en el espejo, con una mirada algo triste y vacía. Se paro a su lado, con su cuerpo también desnudo, viendose ambos en silencio.

Las cicatrices del otro no eran algo de asombro, considerando el tipo de vida que ambos han llevado durante los últimos años, fijo su mirada en el cuerpo de Jafar en el espejo, conocía algunas de esas cicatrices, cicatrices de guerras pasadas, cicatrices de aventuras o cicatrices de pequeños descuidos, pero también habían cicatrices de las que no sabía nada, porque nunca se había atrevido a preguntarle como se habían formado estás, a pesar de que le amaba, sabía también que la privacidad era algo muy importante para Jafar.

Te vez muy lindo hoy-comentó Sinbad

Gracias- pero eso no fue suficiente para hacer sentir mejor a Jafar

Sabes, creo que tus cicatrices son muy hermosas-

¿Porque dicés eso?-Jafar le miró ahora a su rostro real, curioso por saber la respuesta

Porque cada una de tus marcas es una muestra de tus sacrificios por nuestra nación- Sinbad le acaricio la cabeza, y con una cálida sonrisa continuó- el que sigas vivo hoy después de tanto daño, es increíblemente maravilloso

Jafar le miró extrañado por su respuesta, devolviendóle la sonrisa. Quizás unas palabras buenas no sean suficientes para sanar totalmente una inseguridad, pero definitivamente le podían alegrar el día

Es un placer seguir a tu lado después de tanto tiempo-

Sinbad uso su mano para despeinar los cabellos albinos del chico, mientras se reía y se quejaba por la velocidad con la que lo hacía, casi moviendolé la cabeza entera por la constancia y fuerza con la que lo hacía. Aunque Jafar también lo sabía, Sinbad también tenía sus inseguridades, sobre todo respecto a la relación con un hombre y sus limitaciones con respecto a el cariño que se pueden mostrar. Ya era un ejemplo con Kougyuku que no todas las personas estarían conformes con estos actos, incluso si es más común de lo que algunos estaban dispuestos a admitir. Si por el fuera, se casaría con él y haría la boda más grande de la historia, pero viendo a su amante lavarse con sumo cuidado, sabía que una situación de esa indóle sería demasiado estresante para el ya de por sí ansioso Jafar.

Y aunque le doliera, antes que amante, era rey, incluso si se conocían de mucho antes, su reino era tan importante como lo era Jafar, por esos dos importantes motivos es que no buscaba llamar mucho la atención. Y por eso mismo su pequeño plan debía salir a la perfección.

El día de hoy, ¿tenemos algo pendiente?-

Nada fuera de lo usual, Sin- el chico usaba el agua en su mano para lavar el toráx de su pareja

Está bien, entonces tal vez puedas dormir aquí de nuevo si acabamos temprano- el rey le sonrió, imitando la acción de su pareja para lavar su cabello

Pero Jafar no se veía muy seguro de su petición, pues no contestó inmediatamente

Quizás deberíamos dejar de hacer estás visitas nocturnas, al menos por un tiempo-

¿Qué?-respondió un poco sorprendido-¿porqué lo dices?

Bueno, hay ciertos rumores, de tú y yo-Jafar suspiró, recóstandóse en el agua para pensar con más claridad-esos rumores pueden ser malos para tu reputación

¿Mi reputación dices?, Jafar, no se si te hayas dado cuenta, pero yo tengo muy mala reputación ya-

Sinbad le miró con gracia, pero puso cabeza dura al ver que no se reía. Sinbad no había sido la única figura atraída por hombres y mujeres de su mundo hasta ahora, posiblemente ni siquiera el único monarca, pero esos temas había que tratarlos con buen ojo, pues si bien tener muchas o muchos amantes es relativamente normal en mucha gente, la verdad es que al ser una figura importante se esperaba no darle mucha prioridad a sus amantes en términos políticos, pues se podía entender que el gobernante está juzgando con el corazón y no con la mente. Y en el caso de amor entre dos hombres, se esperaba que estos fueran lo más discretos posibles para evitar el descontento de la gente.

Es por eso que no le reclamaba a Jafar por su inseguridad, después de todo solo un puñado de personas cercanas aceptan o de plano saben de la relación. Es por eso que no le importaba ser amoroso en público, eso era parte de su personalidad, pero teniendo en cuenta los sentimientos de su amante y su misma posición, había tomado una riesgosa desición.

Jafar, te propondré algo, pero ese algo es una cosa que tu tienes que pensar muy bien-

¿De que se trata Sin?-

Sinbad se acercó más a su pareja, abrazando su cuerpo con gentileza y pasaba sus manos por la espalda del chico, tomó aire, y con una mirada fulminante y desiciba le susurro al oído.

Casáte conmigo-

¿Disculpa?-

¿Era una broma verdad?, ¿esto estaba pasando realmente?. Jafar no podía procesarlo completamente, ¿como sabía que no era esto producto de su imaginación?, después de todo, la desición era loca, arriesgada, pero genuinamente romántica. Era una idea poética que nunca se le había cruzado por la mente, después de todo, hacer uns promesa con la persona que amaba de amarse hasta hacerse viejitos era muy tierna, tanto que las mejillas de Jafar se le encendieron en un momento. Pero esa idealización se esfumó en un momento al pensar en todo lo que podría salir mal por un momento, recordando además de que Sinbad no diría eso por nada. Con cariño, besó la mejilla de su amado, y se dispuso a primero escuchar que tenía por decir.

¿Cual es tu idea, Sin?-

No elegimos de quién enamorarnos (SinbadxJafar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora