Cartas del presente pasado [One-shot's] Dmc5

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Pareja: Nero x V
Sinopsis: Principios de la relación de Nero y V

Mirar a V se había vuelto parte de su rutina, y es que el nuevo integrante del grupo llamaba la atención de todos - incluso había atrapado a las chicas chismeando sobre él -. Obviamente se hacía el tonto cuando V era el tema de conversación en la sala y se limitaba a escuchar cada uno de los comentarios algo subidos de tono que más de uno decía, claro que negarle al grupo que era misterioso y sumamente caliente llamo la atención más de lo que esperaba, lo que lo llevó a burlas por parte de Dante y coloco sus (supuestos) sentimientos como tema central en más de una ocasión.

El prefería hacer caso omiso a las insinuaciones que le lanzaban cuando estaba cerca de V, y se mantenía a raya con cada provocación que tenían como punto el hacerle estallar y que se confesara como estudiante de preparatoria enfrente de todos. Claro que no era de piedra, así que le era inevitable que se le subieran los colores al rostro cuando el azabache invadía su espacio personal o soltaba alguna frase que Nico catalogaba como “coqueteo”.

Supuso que habían estado hablando a sus espaldas cuando cada integrante (a su manera) le escupió a la cara que parecía ciego o como le dijo Dante:

“—¿Eres tonto? ¿Te gusta ser tonto?—“ por qué según ellos V tiraba más de una indirecta demasiado directa como para que él siguiera negando que su supuesto interés no era correspondido.

Podían llamarlo lento pero siempre quería estar cien por ciento seguro antes de dar un paso en falso y quedar como idiota. De preferencia que V llegara con un “—me gustas ¿te gusto?—“  por que la inseguridad seguí siendo parte suya.

La gota que colmo el vaso fue el plan de Lady para hacerlo actuar, que consistía en hacer que Dante metiera la cucharada con coqueteos y demás acciones que lo sacaran de sus casillas. Y es que su tío se tomó tan a pecho la misión que se aseguraba de que V estuviera todo el maldito tiempo entre sus viejas garras.

“—Una puñalada dolía menos—“ soltaba burlona Nico desde la comodidad de la camioneta, donde disfrutaba de un cigarro mientras sus sentimientos no eran involucrados en un juego que considero vil y probablemente dañino para su salud mental.

Poco menos de una semana fue necesaria para que mandara la dignidad muy al diablo y decidiera tomar cartas en el asunto, por lo que sus acercamientos en el sofá y sus constantes encuentros “casuales” terminaron en un beso cerca de un viejo estacionamiento y con un vigilante nocturno como espectador.

Al final una cosa llegó a la otra, y puede que eso de tener sexo en la camioneta no fuera tan buena idea como pensaban en pleno acto. El punto a favor fue que sus amigos entendieron que si se largaba unas buenas horas se lo agradecerían.

Con más de un mes de relación y sin necesidad de aclarar nada entre los dos seguían recibiendo comentarios de parte de su grupo para que hicieran la noticia “oficial” como si los besos y miradas lascivas no les fuera suficiente.

Él a veces se dejaba llevar demasiado y terminaba peleando mínimo con Dante o gritándole a Nico que no pensaba pagarle nunca si seguía jodiendo con el tema. Por otro lado V parecía lo más de tranquilo cuando contestaba más de mil preguntas por parte de Lady y Trish, y es que (según Nero) tenía la parte más fácil del grupo.