Cartas del presente pasado [One-shot's] Dmc5

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Pareja: Dante x Nero
Sinopsis: Una difícil relación con un baile esperanzador.

Tenia la costumbre de cuestionar todo aquello que sobre pensaba en voz alta, por lo que no era de extrañar que varias de las peleas fueran ocasionadas por su culpa. Tenía una gran boca, así que a veces le costaba (no solo a él) disfrutar de momentos tan agradables como el actual sin que recuerdos constantes del pasado le recordarán lo malo de sus elecciones del presente.

No era alguien que pudiera mantener la mente en blanco, pero se esforzaba para desviar sus pensamientos; ya fuera hacia a Dante o hacia la canción que les acompasaba el ritmo tan tonto que llevaban en su supuesto baile. No era nada exagerado ni mucho menos elaborado, solo estaban ellos dos meciéndose de un lado a otro con la radio encendida. Tenían apenas una luz iluminando la habitación, con la lluvia golpeándoles las ventanas mientras mantenían los cuerpos más juntos de lo necesario con la excusa de conservar el calor.

“—¿No tienes sueño?—“le preguntaba, aunque su respuesta no era más que un sonido diminuto llegando a su oído. Si tenía sueño probablemente no tenía la voluntad para arrastrar lo pies fuera de su improvisada pista de baile.

Nunca sabía exactamente que pasaba por la cabeza de Dante, pero le gustaba pensar que le agradaba la idea de quedarse en ese momento para siempre. Ninguno era demasiado fácil como para hacer las cosas más llevaderas, y los problemas parecían venir uno tras otro sin piedad, incluso habiéndose jurado amor eterno existían días en los que alguno prefería dormir en el sofá o se limitaban a no dejar café suficiente para el desayuno del otro.

Otros días encendían la rockola y escuchaban temas viejos con una botella de vino que costaba más de lo que una botella de vino debería valer; pero valía la pena. Y después estaban los pésimos días en los que sí por suerte no discutían terminaban enredados en los brazos del contrario en sollozos que no saldrían del lugar y que serían negados si alguien preguntara.

Sabía que él mismo a veces era más cruel de lo necesario y a veces Dante era más frío de lo soportable, pero trataban de sobrellevarlo pues la idea de vivir sin el otro se les hacía extrañamente dolorosa, incluso cuando esa idea parecía más pacífica que su rutina actual en la que no podía faltar alguna frase hiriente que les sonara en la cabeza como mal recuerdo a las tres de la mañana. Pues Dante sacaba lo peor de Nero, y Nero no quería ser tratado como Dante trataba al resto.