O1 • nuevo compañero de cuarto

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Wooyoung

Por algunos segundos, no puedo hacer nada más que reparar en la persona frente a mí. Los ojos del color granate se encuentran con los míos, su epidermis tan pálida que parece brillar a pesar de que los pasillos están oscuros y la mayoría de las luces están apagadas. La expresión del extraño es neutral, casi como si estuviese observando directamente a mi alma con una intensidad sin emociones que me deja buscando las palabras correctas que decir. Su cabello reluce, una mezcla vibrante de ébano y carmesí; los mechones yacen suaves pero rebeldes sobre su coronilla.

Saca un papel de su bolsillo, su otra mano se aferra al asa de su gran maleta. Luego mira hacia la puerta, observando el número de habitación pegado en ella.

"Uhm", finalmente encuentro la voz dentro de mí. El silencio hace que la lucha que tengo para formar una oración sea aún más evidente, y dejo salir una tos que suena desagradable. El sonido es áspero y rebota en las paredes de los pasillos casi vacíos mucho más fuerte de lo que debería haberlo hecho.

El extraño me mira, y todo lo que necesito para callarme es devolver la mirada a sus orbes color escarlata. Es tan extraño como vergonzoso; generalmente no soy de los que se ponen tan nerviosos con facilidad. Aunque no soy la persona más sociable, no había tenido dificultades para hablar con gente nueva.

Hasta ahora.

Me aclaro la garganta otra vez.

"¿Es esta la habitación 372?" el chico habla por primera vez esta noche, y aunque su tono trata de ser amable, parece que estuviese constatando un hecho.

"Uh... Sí", me froto la nuca, la ansiedad se arremolina en la boca de mi estómago. La mirada del chico nunca abandona mi rostro en el momento en que empiezo a hablar, y me cuesta todo lo que tengo no dar un paso atrás y cerrarle la puerta en la frente. Pero no soy tan dramático.

Sus ojos queman agujeros metafóricos en mi cara, su mandíbula esculpida y sus pómulos altos lo hacen parecer aún más amenazador. Toda su presencia grita "peligro", y el silencio no está ayudando a ese hecho.

Joder, Jung Wooyoung, me regaño mentalmente. ¡Di algo!

El chico habla de nuevo. "Eres Jung Wooyoung... ¿verdad?" Otra pregunta que se presenta como una declaración. Cuando asiento, él continúa hablando. "Eres mi nuevo compañero de cuarto"

"Uhm, sí", es mi respuesta altamente inteligente. "Supongo que sí, ya que estás aquí con tu maleta y todo"

Cada esquina de mi cerebro grita "¡deja de hablar!", y no puedo evitar clavar la mirada en el suelo, observando mis pantuflas como si fueran las cosas más interesantes del mundo. Las cosas blancas y esponjosas pueden parecer un poco infantiles para la mayoría de las personas, pero las adoro; son lindas y muy cómodas.

Mi mirada se alza solo para encontrarse con que el chico ahora está mirando hacia mis pantuflas de conejos.

Mierda.

"Uhh, puedes entrar", murmuro algo distraído, abriendo la puerta un poco más para permitirle entrar al dormitorio. Es un lugar relativamente cómodo hecho para dos personas, con todos los muebles necesarios y todas las habitaciones protegidas de magia oscura peligrosa. Honestamente, no hay nada especial en los dormitorios de la escuela; todos son casi idénticos (con excepción de algunos que atienden a criaturas con necesidades especiales, como tritones y sirenas, por ejemplo). Es básicamente como las universidades que tienen sus propios dormitorios, excepto por el hecho de que la mayoría de los estudiantes matriculados aquí no son humanos. Y como no somos humanos, la administración de la escuela no se muestra demasiado amable con los infractores de reglas y el comportamiento imprudente, razón por la que mi anterior compañero de cuarto había sido expulsado en primer lugar.

it's magic! | woosan (esp.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora