it's magic! | woosan (esp.)

O14 • ¡bésame!

Wooyoung

Más tarde esa noche, me despierto después de un sueño particularmente extraño y la repentina e inexplicable necesidad de beber algo. Durante todo el día me había estado sintiendo un poco mal, y la extraña e incómoda sensación se amplifica cada vez que pienso en lo que San me había dicho sobre su historia familiar y ese tema de posesión demoníaca.

Eso sí, a pesar de que esta nueva información me preocupa (mucho), todavía quiero creer que podremos resolver el problema en poco tiempo y evitar que me convierta en un esclavo sin sentido cuyo único objetivo en la vida es recibir órdenes de la persona que me mordió -- que en este caso resulta ser San.

'Esclavo' suena inapropiado, ¿no crees? Una voz en mi cabeza reflexiona, y pongo los ojos en blanco, ya cada vez más agitado. En este punto, espero poder llegar a la cocina a tiempo y conseguirme un refrescante vaso de agua sin incidentes en particular o más molestias de las voces que ocupan mi mente.

Por supuesto, con un simple hechizo puedo hacer girar el vaso de agua directamente en mi habitación, pero por desgracia, estoy demasiado cansado como para recordar el hechizo debido a lo ocupada que está mi mente actualmente, y realmente no quiero depender de la magia demasiado. Yeosang ya dice que me estoy volviendo demasiado perezoso y demasiado dispuesto a lanzar hechizos en lugar de hacerlo de la manera difícil, y quiero demostrar que está equivocado.

Tu mente es tan sucia, ew. Otra voz se queja, sus palabras vibran en mi cabeza. ¿Crees que a San le gustaría eso si se enterara? No, no lo haría, así que cállate.

Lo haría, porque le gusta Wooyoung. Y YO soy Wooyoung, perra, replica la otra voz.

TÚ eres la perra, no yo.

Perra, responde la primera voz.

¿A quién llamas perra, perra?

Perra, perra, perra, perra -

"Cállense." Quiero golpearlos a ambos, pero están dentro de mi cabeza y estoy, una vez más, demasiado cansado como para recordar el hechizo que uso para expulsarlos. Y tampoco quiero que vuelvan a avergonzarme frente a San. Estoy inmensamente feliz de que esté durmiendo ahora mismo.

Intento visualizar la imagen, no importa lo cursi o un poco espeluznante que pueda parecer. Pienso en San acostado debajo de sus grandes mantas, su esponjoso cabello gris extendido sobre sus almohadas en suaves ondas y sus ojos cerrados, pestañas oscuras rozando la suave piel de sus mejillas.

Recuerdo que nos abrazamos ayer por la noche, así como cuando nos besamos, y una especie de sonrisa tonta se ensancha en mi rostro. Debo lucir un poco trastornado en este momento, con mi pijama arrugado, el cabello revuelto y una sonrisa que probablemente rivaliza con la de una hiena, pero no me importa. No me importa en absoluto.

Me abofeteo un poco, encogiéndome de lo calientes que se han puesto mis mejillas. ¿Qué diablos estoy haciendo sonrojándome y sonriendo como un psicótico en medio de la noche al pensar en el chico que besé hoy?