O17 • ¡cenas incómodas!

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Wooyoung


Estoy entrando en pánico, y es algo que no puedo controlar en lo absoluto. Intento mantener la calma y pensar dónde podría haber ido San, o por qué ha desaparecido de repente y ni siquiera contesta a mis llamadas, pero todo lo que consigo son pensamientos y emociones frenéticos que se desbocan. Siento que me voy a desmayar.


Miro fijamente al aparato que tengo en la mano, con los nudillos casi blancos de lo fuerte que lo aprieto. Antes de que tenga la oportunidad de romper tontamente la pantalla debido a la fuerza que estoy ejerciendo, suspiro profundamente y vuelvo a llamar a San.


Contesta, contesta, contesta...


Mi corazón se desploma cuando la llamada vuelve a quedar sin respuesta.


Frustrado, tiro el teléfono a la cama y me acerco a la Bola de los Deseos, con los nervios a flor de piel. Es arriesgado utilizar la bola para deseos que aparentemente pueden resolverse fácilmente. Sin embargo, San ha desaparecido y tengo que encontrarlo sin tener que perder el tiempo rebuscando en polvorientos libros de magia para encontrar un hechizo que pueda darme respuestas.


Tomo mi varita del primer cajón y la introduzco en el espacio de la Bola de los Deseos, deseando con todas mis fuerzas que esta vez salga bien. La niebla que la rodea se vuelve de un azul brillante, casi hipnotizante.


Sé que quizá estoy exagerando, o quizá estoy siendo demasiado sobreprotector porque San podría estar fuera dando un paseo o comprando algo a pocas calles de los dormitorios, pero con todo lo que está pasando con ese asunto de la posesión demoníaca y ese tal Jang Kangmin, todo lo que puedo sentir es pavor. Estoy tan preocupado que estoy a punto de vomitar.
Inhalo otro gran suspiro para calmar mi acelerado ritmo cardíaco y me concentro en San, deseando más que nada que la Bola de los Deseos funcione.


"Deseo..." Trago saliva, nivelando el tono y asegurándome de estar calmado para que no afecte a la dirección del deseo. "Deseo saber dónde está Choi San".


Cierro los ojos con fuerza, el corazón me late a mil por hora dentro de los tímpanos en cuanto esas palabras salen de mis labios. Vuelvo a entrar en pánico, las voces de mi cabeza se alteran.
Por fin me atrevo a abrir los ojos cuando una ráfaga de viento frío me golpea los pies, casi congelándolos. Pego un salto ante la sensación helada y me desplomo sobre la cama, asustado, mientras la Bola de los Deseos emana un anillo de luz color esmeralda y la temperatura de la habitación desciende tanto que bien podría haber sido la de la Antártida.


"Joder", no puedo evitar maldecir. Ignoro rápidamente lo vergonzosa que es mi reacción cuando la bola esparce una imagen de algo en el cielo. Me recuerda a un holograma de algún tipo, se aclara, los bordes se vuelven más borrosos y distingo una figura curvada y familiar, posada al final de un pasillo salpicado de rubíes, tapices y techos altos, con la mano aferrada a un móvil.


¿San?, no puedo evitar pensar, y enseguida la zona se ilumina, mostrando sus cejas fruncidas y su expresión tensa. Va vestido de pies a cabeza de negro y dorado como si asistiera a un evento formal, con su cabello plateado peinado a la perfección. Suelto un jadeo, la imagen me pilla claramente por sorpresa.

it's magic! | woosan (esp.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora