Las calles del centro de Seúl se encontraban ligeramente cubiertas por una sutil capa de agua que se abría pasó desde el cielo hasta el suelo, provocando un sonido armonioso de lluvia que podría calmar hasta al corazón más ansioso.
Pero no el de él.
Un hombre con una gabardina tan oscura como sus emociones en aquel momento, estaba sentando en lo que anhelaba se convirtiera en su sueño hecho realidad.
Lee Sooman estaba entrando a la oficina de su empresa, un edificio elegante y digno de un empresario como él.
No por nada SM Ent. era una de las tres mejores empresas para idols en la industria del entretenimiento, ellos apreciaban el talento y admiraban la belleza que lo componía, y claro que lo expresaban por medio de sus artistas.
Tenían grupos reconocidos nacionalmente y que poco a poco se abrían paso en el mercado asiático, aunque aspiraba a más. Deseaba que su empresa fuera reconocida a nivel mundial, que todos supieran sobre los idols que tenía para ofrecer.
¿Demasiado ambicioso?
Tal vez, pero eso no lo frenaría para hacerlo realidad. Lamentablemente, su equipo de profesionales en el mercado experimentaba una decadencia de capacidad para pensar más a futuro como Lee Sooman lo necesitaba.
Era un día de otoño común y corriente en aquella sala de juntas donde se encontraba con los managers de sus artistas, argumentando sobre qué debería de hacer cada uno para hacerlos resaltar entre el montón.
—Podríamos hacer una pequeña presentación en algún colegio—Había dicho uno de los presentes.
—Es una buena idea—Le apoyó otra persona—Todos aman ver a los artistas interactuando con niños.
Sí bien estaban en lo correcto, el CEO de la empresa nunca hubiera imaginado hacer algo parecido, pero ya que sus grupos y solistas estaban dirigidos para un adolescentes, no le parecía una mala idea.
Así que les dejó planificaran todo lo necesario para el evento de la empresa en el colegio que mejor les convenciera.
Después de una investigación exhaustiva por parte de los managers, decidieron ir al Colegio Gangnam. Una institución que se encontraba levemente arriba del promedio, pero que aún no tenía tanto renombre, se ayudarían mutuamente.
El Colegio les permitió realizar su evento en el turno matunino el día después de que los exámenes finales se llevaran a cabo, pues serviría para pretender que les interesa el bienestar psicológico de sus estudiantes entre doce y dieciséis años.
Era bien sabido que el CEO de la empresa casi nunca iba a los eventos, sólo hacía un pequeño acto de presencia en los más importantes. Por esa misma razón es que Lee Sooman se había vestido con su mejor traje para la ocasión, no podría permitirse salir mal en las fotografías que la prensa tomaría.
En su mente ya podía visualizar el éxito que tendría aquel evento, pues innovaria en el mercado nacional y sus artistas serían puestos en la mira.
Justo como lo quería.
Justo como lo había pensado.
Justo como no sucedió.
El evento fracasó debido al descuido del equipo de escenografía, provocando que el templete donde se presentaron sus artistas se cayera y los idols con él, haciendo que tuvieran heridas. Que si bien no eran graves, no podían seguir con sus actividades por un tiempo.
Lee Sooman estaba devastado. Todo por lo que había trabajado y las esperanzas que tenía puestas en ese evento se habían hecho trizas.
No sabía qué hacer, estaba comenzando a tener una debilidad espiritual que se comenzaba a diseminar por su cuerpo hasta llegar a su corazón y hacerlo casi caer en la depresión.
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Nacimiento de una Leyenda «Humor»
Umorismo⚠️Humor⚠️ Lee Sooman se encontraba emocionalmente devastado debido a una perdida en su empresa (SME), estaba desolado y ya no tenía esperanzas. Sin embargo, un joven se acercó a él y le dio la idea más asombrosa que pudo haber existido siempre: La c...