A escondidas

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Después de esa acalorada tarde llena de confesiones y besos tuvieron que separarse cuando escucharon que tocaban la puerta, no hacia falta ni mirar para saber que era Gustabo.

Horacio se separó lentamente de los labios de su ruso favorito para sonreír ampliamente, se tomaron unos segundos para arreglar sus ropas y calmar un poco sus corazones.

Ya más presentables, el más bajo se acercó a la puerta para abrirle a su mejor amigo, este primero lo observó con algo de preocupación, pero al ver el sonrojo y los labios hinchados del otro entendió que todo había salido bien y sonrió de forma malévola.

—Vaya, vaya, vaya— dijo el rubio mientras rodeaba a Volkov, caminando en círculos alrededor del sofá—Hasta que te conozco.

—Lo mismo digo— respondió mientras se acomodaba en el asiento, vio a Horacio sentarse a su lado, bastante cerca.

—No lo molestes Gustabo— advirtió mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su ¿Pareja? No habían tenido tiempo para aclarar su relación.

—Oye, que se tiene que acostumbrar, al parecer la cosa entre ustedes va seria— reclamo mientras se sentaba en el sillón individual, se cruzó de brazos y miro con una ceja alzada al nuevo individuo —Solo te dire una cosa, nunca había visto a Horacio tan ilusionado con alguien, así que si lo lastimas, quiero que sepas que tengo unos amigos mafiosos.

—No comiences— hablo Horacio mientras rodaba los ojos, Volkov por su parte no sabía si el chico bromeaba o no,  pero de todas formas no pensaba lastimar al chico a su lado, por lo que asintió y eso pareció dejar conforme a Gustabo.

—Bien, ahora hablemos de lo que tanto les complica— continúo el de chaqueta roja mientras los miraba de forma pícara —Se que se les hace complicado verse sin que el super sospeche, así que no me complica ayudar con eso.

—¿Que quieres decir?— pregunto Horacio sin entender a su amigo.

—Fu, ¿El amor te comió las neuronas o que? Hablo de que le puedes decir a tu papito que estás conmigo pero en realidad estás con tu noviecito ruso dándose besitos, solo dime antes, para no cagarla o llevarme una sorpre-

No pudo continuar ya que sintió el peso de Horacio encima.

—¡Te quiero!— gritaba mientras Volkov miraba la escena con diversión.

Una hora más tarde el mayor salió de la casa ya que Conway pronto iría a buscar a su hijo y no se le antojaba morir tan pronto.

Antes de irse le dió un corto beso y prometieron verse al día siguiente, el adolescente terminaba sus exámenes y Volkov tenía el turno de la mañana.

💫

Horacio se sintió un poco mal al momento de rechazar a Claudio, y más por mensaje de texto ya que ahora el otro estaba sin tiempo libre.

De Horacio:
➜ Hola c: se que no hablamos del otro día y lamento haberme ido de esa forma pero ya conoces a mi papá 🙁, pero necesito aclarar las cosas contigo, no puedo corresponder tus sentimientos ya que estoy enamorado de otra persona...
Valoro mucho tu amistad, pero entiendo si te quieres alejar por un tiempo.

Cerró los ojos al momento de enviar el mensaje, no era la primera vez que rechazaba a alguien, pero si la primera que era alguien tan cercano y dolía, porque de alguna manera sabía que la relación de amistad que tenían ya no sería igual.

En esos momentos sintió su móvil vibrar, pensaba que era la respuesta a su friendzoneada pero su corazón dió un vuelco al ver el nombre que tanto le gusta.

Conway approves? [Volkacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora