Para Jack Conway su hijo es lo más importante.
Siempre que estaba desmotivado o frustrado recordaba la primera vez que le tuvo entre sus brazos, era un bebé tan adorable, regordete y risueño que apenas lo vio sabía que sería su perdición, que por primera vez tendría un punto débil.
Y es que era tan opuesto a él, agradecía a todos los dioses que se pareciera más a su madre, a veces ni el mismo se soportaba, no podría con una mini copia suya rondando por todo lugar.
Horacio tuvo una infancia normal, debía admitir que pasó más tiempo con Julia ya que él siempre fue un adicto al trabajo, pero siempre que volvía a casa su pequeño niño corria a sus brazos mientras gritaba sus adorables "¡Papi! ¡Papi!", al tenerlo en sus brazos todo ápice de estrés o enojo desaparecían instantáneamente ya que el chico tenía ese don de hacer feliz a los demás.
A los trece años pasaron su etapa más dura, Julia enfermo de cáncer, pero demostró síntomas demasiado tarde, Horacio dejo de ir a la escuela para pasar día y noche con su madre, estando con ella tras cada quimioterapia, siempre le mostraba una sonrisa y le decía que todo saldría bien, él también dejo de trabajar porque algo en su interior sabía que no sería así.
Y es que casi un mes más tarde ella dejaría este plano terrenal, la despedida fue algo que no le gustaba recordar, prefería recordar a la Julia feliz y optimista de la que se había enamorado, odio de sobremanera verla en la camilla del hospital y no poder hacer nada para retroceder el tiempo.
Pero Horacio no perdió la fé hasta el último minuto, tomo su mano hasta el final mientras le cantaba su canción favorita, sabía que Julia se había ido orgullosa de la familia que habían formado, lo sabia ya que se fue con una sonrisa en sus labios.
Pero allí por primera vez vio a Horacio deprimido, dejo los colores por un tiempo para ser reemplazado por el negro, verlo llorar de esa forma tan desgarradora le hizo añicos el corazón.
Esa fue una etapa dura para ambos, ya que se necesitaban pero no a la vez ambos se cerraron en si mismos, Horacio pasaba casi todo el día en su cuarto mientras que el trabajaba en casa revisando informes.
Hasta que un día Horacio salió de su cuarto y corrió a sus brazos para llorar todo lo que le faltaba por llorar, él hizo lo mismo, dejo su coraza a un lado por esos momentos para tratar de calmar ese dolor junto al de su hijo.
Y así comenzaron a formar una nueva rutina.
Debía admitir que fue complicado, Julia hacía todo el trabajo doméstico y cubría la parte emocional de Horacio, tuvo unos días difíciles ya que la casa era un lío, aprendió a hacer muchas cosas y entre ellas cocinar, al principio fue un asco, todo se que le quemaba o se excedía con la sal, muchas veces vio a Horacio sonriendo forzosamente mientras le decía que iba mejorando, que ya lo haría mejor, suponía que de allí vino la lejanía de su hijo con la cocina, lo había traumado.
Luego vino la pubertad, el chico se preguntaba porque le crecía vello donde no había antes y porque a veces sentía más calor de lo normal, pero no sé atrevía a preguntarle.
Pero el conocía su labor de padre, siempre imagino tener esa charla junto a Julia, pero de alguna forma siempre la sentía a su lado por lo que una tarde tras notar un poco la incomodidad de su hijo le hizo sentarse con el en el sofá de la sala para dar inicio a la charla.
Horacio se sonrojaba de vez en cuando, otras veces se cubría la cara por la vergüenza pero aún así escuchó todo lo que le decía con gran atención, en esa charla le confesó que le incomodaba el vello en algunas partes y le pregunto si era raro por querer seguir siendo lampiño, solo le abrazó y le dijo que nunca sería raro hiciera lo que hiciera.
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Conway approves? [Volkacio]
Roman d'amourVolkov inicia una relación con el hijo de su jefe, ¿El problema? Es que no lo sabe. Está consciente que se está jugando su trabajo y hasta incluso algunos golpes, pero cuando tiene a su pareja entre sus brazos y le besa todo pasa a segundo plano. Pe...