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Capítulo 326: La matrona Misteriosa de Xue Meng - Cita a ciegas 1

El día de la reunión con Leng Gong-xianzi pronto llegó.

Esta vez, Xue Meng fue a la cita con entusiasmo afectuoso, con el objetivo de hacer un nuevo amigo y dirigir a esta joven dama descarriada, así que no entró con un espíritu competitivo. Así, la forma en que organizó esta cita, naturalmente, también contrastaba con Ruo... ¡Bah! Esto era completamente diferente a encontrarse con ese mentiroso hijo de puta Jiang Xi.

La ciudad de Wuchang estaba dentro del territorio de Xue Meng, así que tenía una idea muy clara de dónde conseguir los platos más sabrosos, el mejor vino, y los bocadillos más agradables.

Xue Meng eligió un restaurante familiar que él mismo frecuentaba a menudo. Los pequeños platos y la olla caliente de esta tienda eran excelentes, pero estaba un poco apartada, y no era fácil de encontrar. Estaba a punto de enviar otro mensaje a Lenggong para decirle la ubicación exacta, cuando escuchó una voz femenina un poco ronca y seductora que venía de la calle: "¿Hola? Tendero, estoy buscando a Wang Xiaoxue".

"¿Wang Xiaoxue?"

"Sí, un cliente", dijo la voz femenina con impaciencia.

Antes de que el tendero pudiera responder de nuevo, Xue Meng abrió la cortina medio enrollada y miró hacia afuera...

Parado al lado de un gabinete había una cultivadora alta de alrededor de 27 o 28 años de edad, con pelo largo y entintado, ojos tan negros que destellaban púrpura, pestañas finas tan largas que se enroscaban como el humo, y rasgos extremadamente hermosos. Llevaba túnicas de cultivo negras y doradas con una cintura ceñida que realmente mostraba lo delgada que era su cintura y lo largas que eran sus piernas. Tenía un aura profusa que exudaba una abundancia de salvajismo y tensión.

Esta apariencia era la interpretación de la ilusión del saco de la apariencia original y el sonido original de Leng Gong, por lo que su voz y su apariencia han sido reajustadas. Pero se puede decir que su apariencia original era bastante alta y que era una belleza excepcional.

Xue Meng le hizo señas. Leng Gong le echó un vistazo. Ella se pavoneó audazmente, y lo miró a través de sus pestañas. "¿Eres tú el que me ha pedido salir?"

"Sí, fui yo."

"Excelente. Tienes un buen ojo."

Se sentó frente a Xue Meng con gran fuerza, cruzó las piernas, juntó las manos y asumió una postura que sólo podía describirse como dominante.

Xue Meng pensó que estaría quejumbrosa y afligida, y llegó a esta cita guardando un profundo rencor. Ver a alguien tan firme y decidido; eso fue inesperado. Pero, sinceramente, Xue Meng no era muy bueno tratando con mujeres lloronas, así que ver que Leng Gong todavía mantenía su cabeza alta incluso a través de su dolor emocional aumentó un poco más los sentimientos positivos y la admiración de Xue Meng hacia ella.

Pero Xue Meng era también alguien malo para hacer cumplidos. Desde su nacimiento hasta ahora, el número de personas a las que había felicitado se puede contar con tres dedos: su padre, su madre y su shizun. Así que ahogó sus palabras durante mucho tiempo antes de ahogar una frase: "Tú... eres muy fuerte, eh".

"....." Tan pronto como Leng Gong se sentó, cruzó los brazos y miró por la ventana. Cuando escuchó esto, sus pupilas moradas y negras se arremolinaron pacíficamente, mirando a Xue Meng como un águila mirando a un conejo.

Después de un rato, ella dijo, "Entonces, ¿hasta tú puedes decirlo?"

Xue Meng pensó para sí mismo: Has sido arrojado a un lado, y aún así caminas con tanta majestad y autoridad. Sólo los tontos podrían pasar por alto un espíritu tan resuelto.