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Capítulo 339: Xue Meng extra - go balls to the wall, WanNing!

Bajo la luz de la luna, los discípulos de la Mansión Taobao se alineaban en una fila y miraban con suma deferencia los pasos que tenían delante.

Además de la diminuta abeja que yacía en los escalones, había también un pájaro fantástico con un cuerpo blanco brillante y plumas de la cola en tono de jade, que se parecía un poco a una grulla, un poco a un fénix y un poco a un pavo real. En resumen, parecía un animal que definitivamente no era del mundo humano.

En realidad, no había tal pájaro en el mundo humano.

Era la forma transformada del líder de la secta Jiang.

El pájaro celestial que solía ser Jiang Xi tiene un cuello delgado y elegante, ojos como vidrio de color, y pupilas que brillaban como el reflejo de una espada fría, como la luz de la luna en un lago. Su delicado y flexible plumaje estaba bañado en un resplandor plateado, y rebosaba de una luz brillante como si fuera Shuangjiang. Todo su cuerpo era de la plata más ligera; sólo los extremos de las plumas de su cola estaban teñidas del verde más pálido, como el verde jade condensado bajo el hielo.

"Parece la ropa de la Líder de la Secta Jiang", susurró alguien de la multitud.

Una cultivadora dijo en voz baja: "Qué hermosas plumas... quiero arrancar una para quedármela."

Sólo Xue Meng, ese niño honesto y serio, estudió solemnemente a Jiang Yechen. Después de un tiempo, soltó la pregunta que había estado ardiendo en su alma: "¿Qué raza de pollo es?"

"....."

En respuesta, Jiang Yechen le fijó una mirada feroz pero helada.

"¿O es un pato?"

Si alguien más se hubiera atrevido a hacer este tipo de pregunta, definitivamente ya habría muerto. Pero este era Xue Meng. Jiang Xi no podía hacer nada; sólo podía mirarlo con altiva indiferencia. Ya no quería tratar con estos tontos plebeyos, así que extendió sus alas brillantes, fluyendo con la luz, y voló lejos de la Mansión Taobao sin hacer ruido.

Parecía que no planeaba volver.

Existía la posibilidad de que nunca quisiera volver a la Mansión Taobao en esta vida.

Todos miraban reverentemente a Xue Ziming con la adoración de los héroes en sus ojos. Xue Meng no lo entendía: "¿Planea volver a Gu Yue Ye así?"

La cultivadora que quería arrancarle las plumas a Jiang Xi miraba su rastro con ojos estrellados: "¡Aahhhh, el líder de la secta Jiang es tan hermoso que su vuelo está dejando un rastro de luces plateadas y verdes!"

Sus hermanas se lo recordaron: "Puede que sea por su ropa. No estuviste aquí para ver cuánto tiempo las túnicas de la Secta Jiang le seguían... oh hey, ¿crees que cuando camine se tropezará consigo mismo?"

Ante estos comentarios susurrados, los dos principales lacayos de Gu Yue Ye, que estaban íntimamente familiarizados con el temperamento de su líder de la secta, dieron una feroz advertencia a toda la gente del patio: "Nadie puede hablar de lo que ha pasado esta noche. De lo contrario, si te aflige una enfermedad difícil de tratar, olvídate de venir a Gu Yue Ye y acepta tu muerte inminente".

Cuando terminaron, se llevaron a la comitiva de Gu Yue Ye, y con ruidos de aleteo, siguieron a Jiang Yechen fuera de la Mansión Taobao para regresar a Gu Yue Ye.

¿Quién hubiera pensado que el líder de la secta Jiang, jefe de la secta número uno del mundo, sería derrotado por el espíritu del pergamino? Aunque el espíritu del pergamino no pudo dañar a Jiang Xi, ¿cuánta gente en el mundo podría deshonrarlo tanto?

Todos no podían evitar preocuparse. De los líderes de las nueve grandes sectas, Ma Yun y Jiang Xi se habían quebrado. Cada uno tenía sus propias fuerzas, y ninguno de ellos era un líder débil. Entonces... los que sirvieron como la generación más joven, Xue Meng y los hermanos Mei, ¿podrían realmente derrotar sin problemas a este espíritu?