Eran las seis de la tarde y Nadia no podía contactarse de ninguna manera con su amiga, ya iban siete llamadas perdidas y todas fallidas. Estaba cansada de esperar y le dolían las piernas de estar caminando por horas en la orilla del mar, en donde se podía apreciar con una clara visón el color ámbar del amanecer. Empezaba a hacer un viento gélido por la zona y sentía como si en cualquier momento sus piernas se fuesen a derrumbar ante la espesa y tibia arena.
-Con esta ya van siete, donde demonios de encuentra a esta hora de la tarde.-Suspira Nadia sin parar de mirar el historial de llamadas en su teléfono. No puede olvidarse de lo sucedido esta mañana, sigue asombrada y a la vez asustada por haberlo encontrado en este lugar y mas, de esta manera tan casual y excitante. No paraba de maldecirse a si misma por no haberse dado cuenta en aquel momento de quién era. -Dios, ayúdeme a combatir todos estos pensamientos de una mísera vez.-
Susurra algo inentendible y se lleva las manos a la cabeza con un deje de desesperación.
-Genial, encima me queda menos de un diez por ciento de batería- aguantándose las ganas de ponerse a llorar, Nadia coge el teléfono dispuesta a marcar por octava vez el número de su amiga cuando ve la llamada entrante de esta. -...- -¿Hola?- contesta Nadia con un tono irritado -¿Dónde coño estás Megan? Te llevo llamando desde hace más de una maldita hora.- dice y después de no escuchar ninguna respuesta por parte de su amiga, prosigue aclarando...-Y sin excusas Megan, ya nos conocemos-Al otro lado de la llamada solo se escuchaban sonidos extraños y una respiración entrecortada, no se podía adivinar lo que estaba sucediendo o si era ella la que había cogido el teléfono. Después de un buen rato de desesperación por parte de Nadia, alguien empieza a habla en el otro lado. -¿Hola? ¿Hay alguien ahí?- dice la persona, aparentemente con voz de hombre.-¿Megan?¿Quién eres?¿Dónde está Megan?- le dice Nadia con la presión arterial más subida de lo normal por la preocupación de que algo la halla sucedido.
-Megan está conmigo, más bien está en mi cama durmiendo- dice el hombre con voz despreocupada. -¿Y quién demonios es "conmigo" si se puede saber?--Soy Cristian, un placer, y ¿usted es...?- preguntando con tono burlesco.
-Mira no sé quien coño eres ni tampoco sé que hace Megan contigo, así que hazme el favor de despertarla y traerla de vuelta.- le dice con impaciencia- Ahora le enviaré la ubicación a Megan y que te diga donde dejarla.- -Ya, ¿algo más madame?- diciendo sin cambiar el tono en toda la conversación.
-Sí, déjate de tonterías y haz lo que te he dicho, es mas, dale el teléfono a Megan- le pide y escucha unas risas por parte del hombre. De nuevo la llamada se llena de un silencio abrumador y Nadia empieza a exasperarse- ¿Megan?¿Estás ahí?¿Me escuchas?- de la nada se escucha un ruido sordo y varios gemidos, alguien vuelve a coger el teléfono y habla.
-Siento lo sucedido, no es lo que piensas- se escucha una voz nerviosa.
-¿No es lo que pienso!- dice Nadia alterándose- ¿sabes lo preocupada que he estado preguntándome si te había pasado algo?-toma aire y se tranquiliza- Megan ¿en donde estás? Voy a recogerte ahora mismo. -Nadia tranquila, estoy con Cristian, el amigo de Eric ya sabes, los chicos de la noche pasada- le explica la chica- Verás, es que después de unos tragos y viendo que no volvíais tanto tú como Eric, Cristian y yo nos fuimos a un lugar un poco más- pensando la palabra que lo describa- íntimo.
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TENTACIONES (+18)
RomanceEric es un chico de 19 años, el cual estudia una carrera de arquitectura en la universidad. Es el típico mujeriego popular, uno de los más guapos de la uni. Aun que... ha pasado por muchos momentos dificiles los cuales le han llevado a ser así. Nadi...