DÍA 22: CITA DOBLE.

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No era sorpresa para nadie encontrarse al alcalde de Karmaland junto a su pareja cenando en alguno de los restaurantes en la zona, en especial porque era sabido que Auron era una persona que disfrutaba mucho de salir por las noches en compañía de su pareja.

Ambos se encontraban con los menús en mano, sentados el uno frente al otro mientras pasaban su vista por los platillos que ya conocían y los nuevos que aún no se atrevían a probar hasta esa noche probablemente.

. - ¿Qué vas a pedir? – Pregunto Rubius sin siquiera mirar al hombre de ojos color avellana, seguía leyendo la información de cada platillo pensando en algo que le fuera a abrir el apetito.

. – Aun no lo sé, pero quiero una soda. – Era lo único que Auron tenia seguro desde que llegaron al lugar.

. – Vale, ¿hemos comido antes escargots? – Pregunto Rubius mientras alzaba una ceja sin saber si la pronunciación había sido correcta o no.

. – Creo que no hombre, pero que eso no, ¿son caracoles? – Pregunto Auron mientras le veía con un pequeño gesto de asco, su mente se imaginaba un plato de caracoles vivos, no cocinados como deberían ser.

. – Tío no hagas esa cara. – Le regaño el noruego rápidamente. – Podríamos pedir una porción pequeña, solo para probarlos. – Al albino ya le había picado la curiosidad de probarlos. – Y aparte nuestro platillo fuerte. –

. – Como sea nene. – Al final Auron estaba seguro de que ni siquiera el noruego iba a querer probar dicho plato cuando se lo trajera a la mesa, pero esta noche era el turno de Rubius de pagar por la comida así que le dejaría pedir lo que sea y él aprovecharía también a consentirse un poco. – Voy a pedir el rissoto. –

. – Pediste el rissoto la última vez que vinimos. – Señalo Rubius a su pareja.

. – Que es mi problema cara nabo, si cada vez que venimos yo quiero comer rissoto. – Se quejo Auron mientras fruncia el ceño ante las palabras de su pareja. – Preocúpate más por lo que vas a comer tu. –

. – Vale, vale yo solo decía. – Respondió Rubius mientras alzaba ambos brazos solo al nivel de su cabeza sin poder evitar reírse, pero aun haciendo aquella señal de estarse rindiendo para no pelear con su señor. – Voy a pedir carne a la parilla. –

. – Y te estabas quejando de mi rissoto. – Murmuro Auron mientras ambos cerraban su menú al mismo tiempo. - ¿Pediremos postre cierto? –

. – Lo que tu quieras. – Respondió Rubius mientras le admiraba desde su asiento.

Ambos esperaron al que el mesero les viniera a tomar la orden y cuando este se fue volvieron a su plática común.

. – Que se está llenando el lugar rápido, que bueno que hiciste reservación. – Comento Auron mientras miraba como alrededor suyo las mesas poco a poco se iban llenando.

. – Que no te podía fallar, aunque tengamos estas citas todo el tiempo deben seguir siendo especiales para mi señor. – Le respondió mientras le tomaba de las manos. - ¿Qué tal tu día hoy? –

Auron simplemente entrelazo sus dedos con los ajenos mientras miraba el rostros ajeno antes de suspirar. – Que la montaña de papeles simplemente no termina, va a venir una feria en un par de días y debo revisar el terreno donde quieren instalarse, los permisos, los juegos, y todo el resto de cosas. – Lolito trato de ayudarle leyendo y aconsejándole, pero aun así era demasiado para él y su mejor amigo.

. – Que cuando se pongan tenemos que ir, ahora sientes que te esta matando, pero cuando estemos disfrutando de los juegos y conmigo ganando peluches para mi olvidaras todo ese mal rato. – Aseguro el de ojos pardos mientras con sus dedos acariciaba la mano de su pareja.

MÅNED RUBIUSPLAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora