❝Los amigos no hacen eso❞ 『•MinSung•』

Final.

Hubo varios factores que hicieron de JiSung un niño horrible; comenzando por los sentimientos hacia su mejor amigo, MinHo, quien siempre había estado presente y con un simple beso los había hecho aparecer. Luego también SoMi, quien lloró en sus brazos mientras se disculpaba por ser tan ciega, culpándose por completo del sufrimiento de sus dos amigos.

Sus sentimientos eran tóxicos. Enamorarse de MinHo solo estaba causando dolor a los demás, y aunque sus padres habían aceptado que su hijo era bisexual, aún existía la culpa de su mejor amigo y ex novia.

Él era un cobarde. En la más mínima oportunidad, había aprovechado su poco valor para pedir ayuda, queriendo alejarse de todo, especialmente de MinHo. Por esta razón, solo tres horas después de su vuelo a Japón, se encontró mirando todas las fotos que tenía con su habitación, derramando lágrimas amargas.

Si se hubiera ido, habría hecho felices a SoMi y MinHo. O eso pensaba. Pero nunca imaginó que encontraría al padre de MinHo y a este último fuera de su casa. En pánico, lo único que podía hacer era irse a casa y pedirle internamente a su madre que detuviera al otro muchacho y se fuera.

Su sorpresa fue grande cuando vio que el padre de MinHo había entrado al auto y se iba.

¿Lo habían dejado solo?

—No entiendo porqué estás aquí—dijo finalmente, dándose cuenta de que tenía que cortar los lazos con Lee antes de ir a otro lugar. MinHo se detuvo, buscando algo vagamente arrepentido por algo. —Repito MinHo, ¿por qué estás aquí?

—Necesitamos hablar.

—¿Hablar?—Han quería reír inconscientemente a la defensiva. —Es demasiado tarde para querer hablar, ¿sabes? Si crees que todo se arreglará con tus disculpas, estás equivocado.

—JiSung no entiendes...

—¿Qué se supone que debo entender? ¿Que mi mejor amigo se fue cuando confesé mis sentimientos, tratándome como una plaga?

Esas palabras les duelen a ambos.

JiSung logró entrar a su casa, cerrando la puerta inmediatamente después. MinHo reaccionó lentamente, corriendo y golpeando desesperadamente. —¡Por favor, Han!

—¡Sal!

—Déjame explicarte... no es lo que piensas.

—Quiero estar solo, MinHo—la voz del rubio parecía quebrada, llena de miedo, —Te estoy pidiendo que dejes de hacerme sufrir... si hay algún tipo de respeto por la amistad que hemos tenido, ve ahora.

MinHo apoyó su frente contra la puerta, sintiendo las lágrimas caer. —No fue fácil, Sung. Nunca fue fácil.

JiSung se mordió el labio, se deslizó por la puerta y escondió la cara entre las rodillas. Solo hubo silencio de su parte.

—JiSung, nunca fue mi intención lastimarte tanto.

—Pero lo hiciste—murmuró, sin evitar el sollozo que salió de su boca, —Me lastimaste demasiado, MinHo. ¿Cuánto te repugnó al saber que estoy enamorado de ti?

—JiSung...

—No quería que fuera así, créeme, si pudiera retroceder en el tiempo, habría guardado todo dentro de mí... Min, no decidí enamorarme de ti.

JiSung lloró en voz alta.

—Me enamoré de ti hace años—confesó MinHo, ya cansado de mentir. —Cuando descubrí que mi mejor amigo me atraía más que las mujeres, tuve miedo, JiSung... ¿Y si dejaras de hablarme sobre eso? Recuerdo que quería contarte mis sentimientos, pero estabas tan feliz que confesaste cuánto te gustaba HyeRim y le pediste que fuera tu novia.