Capítulo 6

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《Nunca olvidado》




Los siguientes días se convirtieron en un constante interrogatorio sobre su vida, Mary se encargo de escrudiñar en cada momento de su vida, haciéndolo revivir uno y otra vez hasta que ella tuvo lo que quería y no había ningún problema al respecto con que ella supiera eso, el problema radicaba en la docena de policías y detectives detrás del espejo de la habitación escuchándolos también.

Aunque todo su ser le gritara que no continuara, que no hablara, pero sentía que debía hacerlo, se lo debía después de todo lo que paso.

Suspiro un poco cansado, no pudo dormir bien, recordar su doloroso pasado le trajeron varias noches en vela y pesadillas o más bien recuerdos de lo que vivió. Era doloroso, pero se lo merecía.

— ¿Cómo fue tu infancia?

Mary se apoyo sobre sus codos y se acercó a él, juzgándole con la mirada haciéndole sentir diminuto. Inútil. Inservible.

— ¿Por qué lo haces? — Cuestiono de inmediato cambiando de tema. Aun no quería abrirse tanto con la mujer —. Comprendo que quieren respuestas, pero ¿Por qué tu? De todas las personas que existen tenían que enviarte a ti.

— Es lo mínimo que merezco — La mujer volvió a acercarse a su rostro —. Necesito saber el porque nos hiciste esto.

— No puedo hacerlo.

— ¿Por qué?

— Si no lo cuento, si nadie lo recuerda es como si no hubiera pasado en realidad.

Mary le miro escasos segundos, como si comprendiera exactamente de lo que hablara.

— Pero paso y debes decírmelo.



Su garganta estaba seca y le dolía de tanto gritar, se sentía demasiado débil, pero aun así siguió golpeando aquella estructura de metal a la cual estaba encadenado con la leve esperanza de llamar la atención de alguien y que le rescataran de su infierno.

Aun no comprendía que había hecho mal para ser castigado por su padre. Se había comportado de la misma forma que un niño de su edad solo quería jugar, quería comer helado, quería reír, sentirse libre y ser amado por su padre ¿Qué hay de malo en eso?

Se detuvo de nuevo cuando las tablas sobre su cabeza se sacudieron dejando caer un poco de tierra y los gritos de su padre ordenándole que se callara.

Ya cansado le obedeció y se dejo caer sobre el suelo, caliente y rasposo. Se acomodo como pudo y cerro los ojos deseando con todas sus fuerzas escapar, ese no era su primer castigo y duda que sea el ultimo.

Pasaron largos minutos en silencio hasta que escucho un poco de ajetreo a su alrededor, emocionado volvió a tomar la roca y hacer ruido esperando que la persona que estaba cerca le escuchara. Pasaron un par de segundos para escucharlo.

— ¿Hola?

Era una voz de un niño se escucho por el lugar, logro ver su sombra reflejada en el suelo a unos pasos de él.

El pánico le recorrió de inmediato. Si su padre se entera que estaba hablando con un extraño, que pensaba pedir ayuda seria su fin y pasaría demasiado tiempo para que volviera a salir de aquel polvoriento sótano.

Se quedo en silencio, aunque todo su ser le ordenara que gritara. El miedo era mayor que las ganas de escapar.

— Se que hay alguien ahí, te puedo oler y te vi — La voz del niño sonaba tan alegre, como si estuviera jugando.

Nightmare: Viviendo Con La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora