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KENSAKU
(Japonés=La Búsqueda)

Se escuchaba el galopar de los caballos contra  las hojas secas que cayeron al inicio de la presente estación.

Kim MinGyu iba la cabeza del pequeño ejército guiando a los quince hombre que lo acompañarían,entre ellos el príncipe Jun, quien parecía la piedra en el zapato del líder de dicha expedición.

Solo estaba allí porque su padre lo obligó, Jun preferiría haberse quedado en su suave cama con sábanas de seda en vez de tener que soportar al futuro capitán gruñon, y para rematar el clima un tanto frío del otoño, doble razón para que el príncipe no quisiera estar ahí.

MinGyu tampoco estaba muy contento al respecto.

En vez de enviarlo a dirigir la búsqueda de un objeto de supuesto gran valor, parecía el niñero de ese engreído que no hacía más que hacerle muecas cada vez que daba una orden. Todo el camino es como si estuviera dormido sin cerrar los ojos y rara vez volteaba a recibir órdenes que siempre ignoraba y burlaba para gastar la paciencia del más alto.

El sol estaba empezando a ocultarse,los árboles tomaban formas espeluznantes y las criaturas nocturnas empezaban a abrir sus ojos en espera de que el gran manto negro con pequeños luceros tomara el cielo junto con la luna, lista para brillar una noche más.

El hombre a la cabeza tiró de las riendas de su caballo para voltear a dar una nueva orden a los que le seguían.

Pero solo había uno.

Y para su mala suerte era ese engreído holgazán, quien estaba sumergido en su sueño con su extraña forma de dormir, parecía una piedra.

Miró a su alrededor y nada.

Como si se los hubiese tragado la tierra.

-Hey- le llamó a la estatua que roncaba levemente sobre el caballo blanco con manchas negras.

No respondió, si no cooperaba lo despertaría a las malas.

Se bajo de su leal compañero y se dirigió al príncipe que ya babeaba por tener la boca abierta.

Lo movió y seguía sin responder,  "¿seguirá vivo?", se preguntó mientras veía al príncipe sobre su corcel.

"Tiene cara de idiota".

Pensó ante la rara expresión del monarca al "dormir".

Plan B.

Tomó la rienda del caballo del príncipe jalándola hacia abajo con un poco de fuerza haciendo que el animal se asuste y se parara sobre sus cascos traseros, quedando levantado y hacer caer de espaldas a su jinete, quien por el impacto por fin despertó de su pesado sueño.

-¡¿QUÉ TE PASA?!- le gritó Jun desde el suelo al moreno que mantenía su cara neutra.

-Levántate, tenemos que buscar al resto- le dijo dándose la vuelta dispuesto a regresar arriba de su caballo.

El príncipe giró a su alrededor confundido.

De los dieciséis hombres que se enviaron (contando a MinGyu)solo estaban ellos dos.

THE WITCH SON [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora