THE WITCH SON [Meanie]

II

CLIENT
(Francés=Huésped)

-ENANO-

-CUATRO OJOS-

-UMPA LUMPA-

-OREJON-

El doncel más bajito y el zorro parlante mantenían una discusión sobre a quien se le veían mejor los overoles.

-¿Qué es un "Umpa Lumpa"?- le dijo MingHao en el oído a WonWoo, quien estaba con la misma duda que su amigo chino.

-¡YA BASTA!- se interpuso SeungKwan entre los dos pequeños gruñones -Obviamente a mi se me ven mejor 💅🏻-.

Ahora los tres discutían a quien se les veía mejor dicha prenda de ropa.

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-Ya voy, ya voy- decía Irene dirigiéndose a abrir la puerta.

La mujer abrió la puerta dejando ver a sus tres amigas y dos....¿cadaveres?.

-¡IRENE!- exclamaron alegres las tres de por fin reencontrarse con su vieja amiga.

-Ho-Hola chicas, que gusto tenerlas por aquí- devolviendo el abrazo grupal que le habían dado las otras tres- Wow,¿tan desesperadas están que ahora son necrofilas?- les dijo divertida refiriéndose a la peculiar carga que llevaban en los caballos.

-No, como crees- le dijo Wendy al entender el chiste de la mayor- Siguen vivos pero están inconscientes, y como eres herborista creímos que podrías revisar sus posibles heridas-

-En especial las de la cabeza- dijo Yeri soltando una risita, refiriéndose a los golpes que les daba Joy para dormirlos, recibiendo un leve codazo de la más alta.

Lugo de atar las riendas de los caballos a un árbol junto a la casita y proporcionar con un poco de agua a estos, las tres mujeres cargaron(arrastraron) a los hombres hasta dentro de la casa.

La cabaña de Irene no era tan pequeña, al principio si, pero ella misma fue cambiando ciertas cosas con el paso del tiempo, como los amigos de su hijo se quedaban varias veces a dormir tuvo que preparar una habitación de huéspedes o "la habitación para pijamadas" como le decían los chicos.

Tenía dos camas grandes y un baúl donde guardaban las sábanas de estas.
Por ahora los desconocidos se quedarán allí.

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Su cuerpo estaba inmóvil, se sentía recostado sobre algo suave y un suave aroma a sandía se sentía en el aire. Sus párpados pesaban mucho por más que intentara abrirlos para ver.

Su cabeza dolía y su garganta se sentía seca.

Sentía algo pequeño y suavecito posarse sobre su mejilla derecha. Era como los masajes que le daba el gato de su abuela para despertarlo cuando iba a pasar las vacaciones con ella.

Poco a poco el moreno fue abriendo sus ojos, topando miradas con el animalito amarillo de lentes redondos y grandes orejas.

-Qué onda wey ㅇwㅇ-saludó el animalito.

-AHH!!- se sentó de un solo brinco por el susto por animal. El grito fue seguido del ruido de alguien corriendo y abriendo la puerta abruptamente.

-¡¿Estás bien?!- le preguntó asustado el chico de la bonita pijama celeste que combinaba tiernamente con la que tenía puesta el zorrito,quien al escuchar la voz del joven, saltó del regazo del moreno y corrió a esconderse detrás de las piernas del azabache.