Tus manos rozan mi piel, es un sentimiento de timidez y perversión que me agobia por unos momentos, hasta que recuerdo que estoy entre tus brazos, no hay lugar más seguro que ese.
Tus labios siguen el camino de tus manos, recuerdo que tengo tarea por hacer, lo olvido en el momento en que tu nariz exhala contra mi ombligo, y más.
En las nubes, es donde me tienes, y oh cariño, es justo donde quiero estar. Mis manos jalan de tu cabello, quizá necesites un corte, quizá no; no me doy cuenta y estoy entre el cielo y el mismísimo infierno. Tapo mi boca por miedo a ser escuchada, quitas mi mano porque te encanta escucharme.
No es en las nubes que estoy, es entre la linea que separa la locura de la cordura, lo casto de lo indecente, estoy entre el amor y la pasión, o perversión. Enciendes un cigarrillo, y me sonríes, aun sigo en las nubes.
