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°El tan esperado día había llegado para el rubio. Esa tarde se llevaría a cabo la exposición de fin de curso y sus tres cuadros podrían ser vistos por primera vez, solo pensarlo le generaba presión en la boca del estómago y sus manos comenzaban a sudar.
El primer cuadro consistía de un plano entero de Hoseok, estando sentado sobre el pequeño taburete, mientras se inclinaba ligeramente hacia su izquierda y miraba al espectador con mirada relajada, su cabello cayendo casi sobre sus ojos pero con unas sutiles ondulaciones, su pecho apenas y se lucía a través del escote de la bella camisa de fantasía, junto con sus piernas extendidas enfrente de él.
Podía notarse una incomodidad, o timidez, en su brillante y cautivadora mirada y era el factor que más atraía de la obra… aunque Minhyuk se había encargado de enfatizar sus pectorales con un poco de brillo en esa zona.
El segundo cuadro había surgido luego de una noche entera donde el rubio se hartó de ver tutoriales sobre maquillaje de fantasía, encontrándose con bellas hadas del bosque, tiernos ciervos encantadores, y sirenas exuberantes, aunque los querubines resultaban tentadores todavía para Minhyuk, terminó optando por un sutil y brillante look de ensueño, de esta manera la obra consistía en un primer plano del rostro del pelirrojo con su mirada perdida en algún punto alto y su mano derecha tapando la luz entrante del atardecer.
Sus finas facciones decoradas por un polvo fino y brillante, resaltando aún más su delicadeza,su cabello ligeramente tirado hacia atrás y sus labios regordetes de un rosa vibrante con glitter, acompañado de un sweater de cuello tortuga color beige que dejaba ver la tonalidad firme de los músculos de sus hombros.
Ese día se habían divertido probando colores y brillos, hasta el punto en que Minhyuk casi deja caer los cosméticos cuando Hoseok le pidió, con esa arrebatadora sonrisa juvenil, que se acercara más, poniéndolo entre el hueco de sus piernas para que pudiera trabajar mejor.
El mayor no lo sabría, pero el rubio sintió como su corazón casi se sale por su boca al sentir las cálidas manos del pelirrojo sobre sus caderas, aunque hayan sidos unos ínfimos segundos.
Finalmente, la tercer obra. La más arriesgada y difícil de todas… para el corazón de ambos. La idea de Minhyuk consistía en que el mayor se sentara de nuevo en el taburete, en un plano medio, pero esta vez de espaldas… y sin nada sobre el torso, Hoseok se sonrojó de tal manera cuando escuchó su petición que el color escaló hasta la punta de sus orejas. En su ademán por explicarlo mejor, Minhyuk tomó el mismo color y su lengua se trabó en cada oración que intentó formular para terminar mostrándole unas fotos que había escogido como referencia.
A Pesar de todo, el dúo logró llegar a un acuerdo y al finalizar esa tarde, la pintura se terminó. Hoseok estando de espaldas al espectador luciendo la firmeza de su espalda, su barbilla sobre su hombro izquierdo mientras su brazo derecho sostenía su peso contra el taburete y, aunque en la vida real no estaba, Minhyuk agregó al final una especie de toga que cubría su cintura y terminaba cayendo sobre su hombro libre, de esa manera sentía que Hoseok se sentiría más a gusto, y no se equivocó… el pelirrojo terminó fascinado al ver todo el material que su nuevo amigo había hecho.
— Eres increible Minhyukie… — Le había dicho la última vez que estuvo en su departamento/estudio, aunque rápidamente se corrigió, sonrojándose en el proceso — M-me refiero a que, tus pinturas son excelentes… tu estilo es tan sutil y realista, es… increíble.
En ese momento, Minhyuk se sintió un poco triste y luego repentinamente confundido, porque significaba muchísimo para él que alguien hablara así de bien de sus pinturas y sin embargo… hubiera preferido que esas palabras del mayor fueran dirigidas a su persona y no a su arte ¿Eso tenía algún sentido?
[...]
Siguió pensando en eso durante los siguientes días, cada vez ahondando más y más en las posibilidades, per terminando aún más desorientado y confundido que antes, hasta que el gran día llegó y solo faltaba menos de dos horas para que la muestra se llevara a cabo.
Minhyuk miraba atentamente sus obras, ya colgadas en la zona que le habían designado, y rememoraba los lindos y breves momentos que vivencio junto al dulce joven que se reflejaba en ese lienzo trabajado, no siendo consciente de los murmullos asombrados y maravillados al ver esos mismos retratos.
— ¿Cómo ha conseguido que Hoseok sea su modelo? — Se lograba escuchar por lo bajo.
— Pero además… ¿Tu ves esa trazos y colores? El retrato parece cobrar vida…
— Estoy… sin palabras, no sabía que Hoseok podía verse asi de… solo wow…
Y como si una fuerza invisible tirara de él repentinamente, Minhyuk miró hacia su derecha y pudo divisar la silueta del pelirrojo asomándose por el marco de la puerta de su salon. Automáticamente, una sonrisa se extendió en los labios del pintor y, tomando impulso, se encaminó hasta llegar a su lado.
— Llegaste, ¿Quieres ver cómo quedó todo? — Minhyuk estaba tan emocionado que, sin pensarlo, tomó al mayor del brazo y prácticamente lo arrastró hasta el centro de la habitación en donde se encontraba su puesto.
Y, a pesar que en sus ojos se reflejaban inseguridad y vergüenza, Hoseok rió bajito y le saludó por lo bajo, no oponiendo resistencia alguna al abrupto movimiento del menor.
— Todavía es temprano para que la gente llegue, pero pronto habrá más multitud aquí… oh, ¿estás bien con ello? — La verborrea de Minhyuk se detuvo abruptamente, girando sobre sus talones para encarar al mayor, preocupado.
— Eh… si, estoy bien — Respondió el mayor, mirando a su alrededor con nerviosismo pero sonriendo ligeramente. Minhyuk quiso decirle algunas palabras de aliento, pero en ese preciso instante llegó su profesor a su sector.
Los murmullos entonces aumentaron en intensidad al notar el silencio prolongado del señor Kang mientras observaba detenidamente los tres cuadros en demostración. Minhyuk mordió su labio inferior y Hoseok se paró a su lado, escondiendo sus manos detrás de su espalda en una posición cohibida. unos minutos después, ambos recibían una cálida y positiva devolución por parte del profesor.
El rubio se permitió ver así hacia el puesto donde el pelinegro hablaba cómodamente con su pareja y modelo, Hyunwoo se veía arrebatadoramente guapo como siempre pero en las pinturas de Hyungwon no se lograba reflejar esta vez, era como si las obras tuvieran un tinte melancólico… ciertamente, eran buenas obras de arte, pero el lienzo se sentía frío y vacío.
— Hoseok, ¿quieres comer algo junto a nosotros? — Al escuchar eso, Minhyuk dejó de lado sus pensamientos y miró al mayor rapidamente, quien se encontraba rodeado del resto de sus compañeros.
Sin embargo, el mayor terminó declinando sus invitaciones con la excusa de que debía retirarse ya para su práctica, por lo que Minhyuk se acercó y le acompañó hasta fuera del aula. Al estar ya solos, el rubio saltó y se abrazó al cuello del pelirrojo con felicidad, sorprendiendolo con el movimiento.
— Gracias por esto, Hoseok, de verdad — Murmuró cerca de su oído antes de separarse y verle con una gran sonrisa.
Hoseok correspondió con una propia, aunque sus mejillas se teñían de rojo y sus manos temblaban repentinamente.
— Minhyukie, yo… me preguntaba si… — Su voz tembló por los nervios y desvió su mirada hasta el suelo — Quería invitarte al estreno de la obra de teatro, quizás ya sabías por Kihyun pero… me gustaría que vinieras…
— ¡Por supuesto! — Le interrumpió emocionado — Me encantaría.
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Lienzo || Wonhyuk
Fiksi PenggemarEl trabajo final de este semestre debe lograr mostrar la belleza humana desde la simpleza, y su competidor personal ha conseguido al mejor modelo amateur de la universidad. Frustrado, Minhyuk corre a quejarse en los brazos de su mejor, y molesto, am...