A Louis siempre le fue mal en su vida amorosa, hubo un tiempo en que pensó que era la persona mas desafortunada del mundo, pero aunque suene cruel le consolaba el hecho que a su amigo Zayn le iba igual de pésimo, era como si una fuerza invisible los...
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Entró a la casa con semblante desolado, tenía unas ganas inmensas de llorar, se sentía solo y por primera vez temeroso de estarlo.
Pensó que era lógico que se marchara, su herida estaba completamente curada, era salvaje, era un lobo, un enorme lobo.
No tenia ánimos de nada, no quiso desayunar, estaba triste, nunca pensó que en solo unos días se encariñaría tanto.
"Señor lobo idiota, no pude darte un baño"
Se quejo cuando preparaba el almuerzo, se sentía abrumado y no le sintió sabor a la comida.
Originalmente había decidido viajar a este lugar lejano y apartado para estar solo y encontrarse asimismo, no entendía como ahora anhelaba un poco de compañía, era tan tonto.
Pero recordó que pronto Zayn vendría y trato de animarse, pero descubrió que la idea de compañía no le emocionaba tanto.
Solo entonces entendió que la compañía que anhelaba era la de señor lobo, y así pasaron ocho días, ahora de estar molesto con señor lobo también estaba molesto con Zayn quien nunca apareció, era tiempo para que ya estuviera llegando, pero ni sus luces.
Trató de distraerse he hizo un poco de lectura, preparo unas galletitas junto con chocolate caliente y agregó más leña a la chimenea, se recostó en la alfombra, estaba cálida por el calor que emanaba la chimenea y con libro en mano no supo en qué momento se durmió.
un ruido molesto le despertó, se reincorporo, escuchó atentamente y se escuchaba como alguien rasgaba la puerta.
Por un momento se asustó y tuvo miedo de abrir la puerta, tomó una daga que guardaba, el tío Demian se la había dado para su seguridad personal, con paso lento se dirigió a la puerta.
Respiro profundo y abrió lentamente la puerta, lo hizo por si la quien estuviera afuera empujara bruscamente le diera tiempo para retractarse y cerrarle la puerta en la cara.
Pero nada paso, cuando la abrió completamente vio a señor lobo sentado obedientemente, como si esperase a que Louis abriera completamente.
Se asombro y soltó la daga rápidamente y se lanzó a darle un gran abrazo, no pudo evitar sentir un gran alivio, se frotó un momento en el suave pelaje que mantenía el maravilloso aroma hasta que después de calmarse le surgió un sentimiento de molestia inmensa.
"¿Donde estabas y por que te fuiste durante tantos días?"
preguntó indignado, no era como si el lobo le llegara a contestar, pero no pudo evitar reclamarle al cuadrúpedo.
Iba a empezar a darle un largo y extendido sermón de lo angustiado y triste que había estado desde su partida.
Antes de empezar se fijó que Señor lobo tenía algo envuelto en su hocico, cuando se percató del artículo el señor lobo le instó con su hocico a que extendiera la mano y así lo hizo.
