A Louis siempre le fue mal en su vida amorosa, hubo un tiempo en que pensó que era la persona mas desafortunada del mundo, pero aunque suene cruel le consolaba el hecho que a su amigo Zayn le iba igual de pésimo, era como si una fuerza invisible los...
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Louis estaba muy bien arropado y Zayn no se quedaba atrás, por motivos prácticos solo llevaban una mochila cada uno.
Un cosquilleo les recorría el estómago al ver como Liam y Harry se transformaban en Lobos para llevarlos a cuestas a la tribu que pronto sería su hogar.
Una mezcla de emoción y temor, pero estaban decididos a tratar de empezar esta nueva etapa de vida.
Se subieron con cuidado a la espalda de los lobos y el viaje empezó.
Harry y Liam no iban tan rápido como solían correr, esta vez moderaron mucho el paso para no lastimar a los chicos.
Pero no importa cuan buena intención tuvieran, Louis y Zayn temblaban, el frío viento les golpeaba el rostro y se sentía como si miles de agujas se insertaban en su piel a carne viva.
Louis apretó los dientes del dolor, pero no quería quejarse, Harry ya había explicado que era un viaje largo, tomaría cuatro días aproximadamente en condiciones normales, pero debido a que ellos eran humanos lo habían extendido a siete días, no podía permitir que se atrasaran más.
Pero en serio dolía, sin saber empezó a rogar por fortaleza, tratando de consolarse así mismo.
Sin entender que pasaba de repente sintió una suave oleada tímida en su cuerpo, como una manta invisible que lo envolvía, se giró para ver a Zayn, pero este no parecía tener la misma suerte que él, ya que, se podía ver como su rostro se distorsionaba del dolor.
Se sintió realmente mal y triste, quería que su amigo también estuviera seguro, que no siguiera sintiendo dolor.
Su expresión se alegró al ver la cara tonta de Zayn, que al parecer ya había recibido la mágica manta, él le dirigió una mirada asombrada a Louis y él le devolvió una sonrisa.
Louis pensó que esa manta se debía al vínculo que le hablo Harry, ese vínculo mágico y como Zayn también compartía uno con Liam, naturalmente también tendría protección.
Pero lo que Louis no sabía era que Zayn no le dirigía una mirada estupefacta por eso, si no, porque al sentir ese poder suave envolvente Louis parecía brillar y el colgante plateado con patrones de luna empezó a brillar intensamente en su pecho.
Él había sido el que genero esa barrera protectora en el cuerpo de Zayn sin siquiera darse cuenta.
El viaje continuo, Zayn no hizo comentarios sobre ese poder extraño, estaba más asustado y cansado por todo el camino que estaban recorriendo, a pesar de que contaban con ayuda extra por esa barrera contra el frío, el cansancio junto con el dolor en su cuerpo les estaba sacando factura.
Por la noche tanto Harry como Liam mimaban a Louis y Zayn, quienes gimoteaban en sus brazos pidiendo mimos, después de una ronda de caricias, marcas de aroma y dulces besos, los chicos se despertaban renovados para seguir el camino.
