"El diario de Sancoeur"

Capítulo 5

29/07/----
París

Preparar "Renaissance" es una tortura en toda la palabra... siento que en cualquier momento en desesperación le pase mi carta de renuncia al señor Agreste, el estrés es intolerable, pero dejando un lado el tema de la colección del horror, hoy no estoy en mi apartamento, me toco hacer horas extras, ayude al señor Agreste a tomar medidas de las modelos y sigo sin entender en que momento se le paso por su mente para pedirle ayuda a una contadora hacer ese trabajo. ¡No sé nada de moda! No entendía nada, pero el señor Agreste me explico lo más claro y calmado que pudo, luego de unos intentos fallidos por fin comprendí como hacerlo, el trabajo fue mucho más rápido tan solo nos llevo 2 horas recolectar todas las medidas necesarias, cuando al fin pensé que podría irme a casa me pidió que llamara a sus proveedores de telas y insumos para que adelantaran la fecha de entrega... yo no sé que tanta influencia tiene este hombre pues ya eran más de las 9:00 de la noche y me contestaron... es sorprendentemente aterrador.

Sin darme cuenta ya eran las 10:00, me levante de mi escritorio y salí a la puerta principal, necesitaba un poco de aire, mi labor apenas estaba iniciando, tenia más pedidos del señor Agreste que entregar a primera hora del día, necesitaba mucho pero mucho café para soportar esta jornada nocturna, estaba a punto de entrar cuando me tope con el señor Agreste, intercambiamos unas cuantas palabras, fue algo incómodo pero a la vez interesante.

Escribo esto relativamente un dia después pues ya son las 2:00 de la madrugada, al parecer termine temprano según mi jefe, eso me sorprendió, me dio autorización para dormir en una de las habitaciones de invitados, puede que su actitud sea fría y calculadora pero por lo que vi hoy tiene un lado amable. Es interesante.

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"Hace 18 años"

—¿Demasiado trabajo para usted, señorita Sancoeur? — dijo el rubio platinado saliendo de la casa, parándose a la par de su secretaria.

—No señor, solo necesita un poco de aire— dijo Nathalie sin mirar al rubio.

—Es sorprendente ver cuanto a soportado este trabajo, mis anteriores secretarias no duranban ni 1 mes. —

Sancoeur no respondió, los dos se quedaron en un silencio incómodo por unos minutos.

—Supongo que se debe a que todavia no encuentra la forma de espantarme —bromeo —me disculpa pero debo volver a trabajar señor Agreste — dijo antes de caminar hacia adentro de la casa.

—Adelante, y mi nombre es Gabriel, Gabriel Agreste — dijo, haciendo que Nathalie se detuviera en seco.

—¿Gabriel?... interesante nombre — respondió antes siguir su camino hacia la oficina.

—¿Por que se lo dije?... — se preguntó Gabriel antes de suspira y volver a su despacho.

"Continuará"