Capítulo 1

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La vida a veces te pone a gente delante, a personas que van a significar algo importante para ti aunque tu no lo sepas, Zulema que así se llamaba llego a casa cuando tenía diez años, mis padres la adoptaron un año antes de que mi madre muriera era una persona fría casi diría que sin sentimiento alguno pero yo supe desde el principio que todo era una fachada.

Había estado de familia en familia como si estuviera jugando a la oca durante los primeros diez años de su vida, algo que había echo que su caracter no fuera del todo sociable y era algo hasta entendible ..... estaba sumida en mis pensamientos cuando oi como la ventana de mi habitación se abría, vivíamos en una casa lo tenía fácil, otra vez llegaba tarde y claro eso conllevaba que otra vez la hubiese tenido que tapar delante de mi padre para que no la riñera.


- Vuelves a llegar tarde -suspire- no puedes hacer caso de lo que dice papa buena gana tienes de cabrearlo por tu cabezonería

- Nadie te dio vela en este entierro -su voz sono enfadada- es muy tarde para que una niña buena este despierta hay que dormir temprano que mañana madrugas

- Que no me ha dado vela nadie -me levante de la cama- era lo que me faltaba por oir pues que sepas que esta es la ultima vez que te cubro a partir de ahora te sacas tú tus castañas del fuego

- No necesito una niñera no soy tú -abri la puerta de la habitación- ahora si me disculpas me voy a ir a dormir procura no soñar conmigo

- Tranquila puedes tranquilizar a tu ego tengo cosas mejores con las que soñar que contigo a demas en caso de que tu salieras en él sería una pesadilla


Reconozco que era la única persona en el mundo que lograba sacarme de quicio en cero segundos pero se iba a enterar no pensaba sacarla de ningún lío o con esa idea me dormí que ilusa era.


- Ayer llegaste tarde -me dijo viéndome entrar en la cocina- ya me dijo Maca que habías estado estudiando en casa de Saray ¿Porque no me avisaste?

- Se me olvidó Leopoldo -mi voz sonó seria- ya sabes que yo no soy tan buena como Macarena se me suelen olvidar las cosas con facilidad

- Pues haber si aprendes un poco de ella y se te pega algo -se levanto de la silla- no se puede ser una rebelde toda la vida hay que madurar un poco que ya tienes diecisiete años y a este paso repites curso

- Tienes que aprender más de Maca -dije en voz alta con tono de burla- la niña perfecta


Iba a entrar en la cocina cuando la oí murmurar aquello y preferí no volver a discutir así que entre en silencio desayuné sin prestarle atención solo mirando el móvil y cuando termine lo recogí todo para marcharme a clase suponía que Zulema aria lo mismo o no ella era más de faltar sin motivo.


- Vaya cara traemos hoy -sonrio- se te nota que has dormido poco

- Ya sabes que cuando tu y yo salimos siempre la liamos al final pero no pensé que fuera tan tarde -agache la cabeza- y es que luego como siempre doña perfecta me hecho la bronca

- Normal siempre te está cubriendo algún día se va a cansar de hacerlo y no nos podemos permitir que lo haga porque es nuestra única ayuda -sonrio-

- Pues ayer dijo que no pensaba cubrirme más -negue con la cabeza- y sabes que te digo no la necesito solo tengo que esperar a cumplir los 18 y entonces me iré de casa


La mañana había pasado más rápido de lo normal como cada vez que terminaba me reuní con mis amigas en la puerta del instituto aunque esta vez solo me encontré con rizos así que me acerqué a ella


- Hoy ha sido imposible verte -me abrazo- puedes quedar esta tarde quiero hablar contigo

- Si es por lo del otro día -dije refiriendome al beso que nos habíamos dado- necesito tiempo para pensar

- No se que tienes que pensar dame esa oportunidad -sonrio- déjame intentar hacerte feliz

- Sabes de sobra lo que siento por ella y aún así sigues intentándolo -sonreí- pero también me gustas tú un poco lo tengo que reconocer

- Pues entonces hablemos -estábamos apartadas del resto de gente- te mereces ser feliz y no estar pendientes de alguien que ni se para a pensar en ti

-Esta bien esta tarde en tu casa a las siete -sonreí abrazandola- que a las diez tengo que estar en casa que mi padre quiere hacer una cena familiar

- Madre mía pensé que el de matemáticas nos dejaba allí todo el fin de semana -Goya llegó interrumpiendonos- que hombre más pesado

- Y que no nos ha dejado en paz hasta que no hemos terminado el problema este no es pesado lo que esta es amargado -rio con ganas- por cierto chicas vamos hacer algo esta noche

- Yo imposible mi padre quiere reunión familiar para cenar .... haber si la otra parte no da problemas

- Cariño ella es un problema andante -la voz de Goya llegó a mis oidos- bueno pues nos vemos mañana que te sea leve


Goya y Triana emprendieron su camino hacía el lado opuesto al que íbamos nosotras .... es verdad que como cada día Rizosme acompañó hasta la puerta, vivia dos casas más lejos de la mía así que le quedaba de camino, aunque hoy no le hice excesivamente caso tenía cosas que pensar sobre la conversación que iba a tener esa tarde con ella.

Como de constumbre llegue antes que Zulema, mi padre estaba trabajando tenía turno de tarde, la esperé media hora pero como no dio señales supuse que estaría con Saray por ahí así que me prepare la comida mientras le daba vueltas a lo que me había dicho Rizos a la salida del instituto tenía razón había que tomar una decisión y yo ya la había tomado.

Siempre fuiste tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora