Capítulo 23

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Si dijese que había pasado una buena semana mentiría menos mal que Rizos no me había dejado sola junto a Saray, se habían portado demasiado bien conmigo y con Fatima siempre intentando que nos lo pasáramos bien pero sobretodo ayudándome a tener la mente ocupada algo que les agradecería al final habíamos quedado en que yo vendría más amenudo y que ellas irían a visitarme en cuanto pudieran.

De Zulema esta semana no había sabido nada, la conocía demasiado bien como para saber que tenía una especie de guerra interna con lo que ella pensaba que era lo correcto y lo que su corazón le pedía pero como ayudas a alguien si esa persona tiene tan interiorizado que lo mejor es dejarte ir a pesar de estar sufriendo por tenerte lejos.


- Maca cariño el coche ya está listo he metido las maletas en el coche y Fatima ya está sentada en la silla que le compre el otro día -mi padre se acerco a mí- cuando quieras nos vamos ¿estás bien?

- Si tranquilo solo es que tenido una especie de déjà vu por volverme a marchar pero esta todo bien -sonrei sin ganas-

- Esta vez no es como la anterior esta vez vas a volver más pronto de lo que tu te crees porque yo quiero ver a mi nieta así que no te va a quedar más remedio

- Te ha ganado desde un primer momento estas todo echo un abuelazo eh -sonreír empezando a caminar hacia el coche- vámonos cuanto más tardemos más me va a costar irme


Llegue a la empresa como cada mañana encontrándome a Saray en el despacho solo le hice un gesto con la mano no me sentía con ganas de nada solo quería que el día se terminara y volver a meterme en mi cama con mi mierda de vida esa que yo había escogido las dos veces que había dejado escapar a la rubia ..... normalmente mi amiga no me hubiera dicho nada pero ese día no fue así en cuanto me vio alzo la vista esperando unos segundos y empezó hablar.


- Zulema tenemos que hablar -intente interrumpirla pero no sirvió de nada- esta semana te he visto triste pero no solo a ti a Maca también y no lo entiendo -hizo una pausa- no entiendo porque prefieres estar sufriendo aquí que con ella en Londres que es realmente donde quieres estar

- No es tan fácil Saray -agache la cabeza-

- No se porque te empeñas en hacerlo tan complicado la quieres desearías estar con ella que te conozco demasiado bien -sonrio- pues vete pequeño escorpión la vida es demasiado corta para desaprovechar oportunidades además ya lo hiciste una vez no dejes que ahora ese miedo que tienes dentro vuelva a ganar a la niña pequeña de tu interior

- ¿Y qué hago con la empresa? ¿Con la caravana? -suspire frustrada-

- Rizos y yo podemos ocuparnos de las dos cosas sin problemas -se acercó a mi- hablaremos cada poco, te mantendré al día de todo lo que pase en la empresa y nos ocuparemos de mantener la caravana pero ahora tu coge esa chaqueta y vete a por la rubia su avión sale a las doce tienes tiempo de llegar

- ¿Que hora es? -pregunte con una sonrisa en el rostro-

- Son las once tienes una hora para llegar al aeropuerto y decirle al pequeño pajarito lo importante que es para ti -sonrio ampliamente- y no te preocupes por todo esto yo me ocuparé de mantener la empresa

- Tienes razón hermana es que soy imbecil -me levante de mi asiento y ccgí la chaqueta- gracias por todo Saray -la abrace- no se que aria sin ti y quiero que me mantengas al día de lo que pase aquí por favor

- Tranquila te contaré todo ..... ahora vete a por esa rubia que te está deseando ver


Salí de la empresa corriendo, cogí la moto y me fui directamente al aeropuerto como quien dice con lo que llevaba encima ya tendría tiempo de comprarme algo cuando estuviera en Londres ahora lo único que tenía que hacer era llegar a tiempo.


Siempre fuiste tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora