On Monster Boyfriends

capitulo 8

Se tomaron el tiempo para desayunar y preparar el almuerzo y la cena antes de comenzar, ya que no estaban seguros de cuán cansados ​​iban a estar después. Había una extraña tensión en el aire, Jiang Cheng y Lan Wangji estaban bastante ansiosos por lo que estaba por venir, pero por suerte Wei Wuxian lo alivió un poco balbuceando como de costumbre, aparentemente no preocupado en absoluto.

"Está bien, Jiang Cheng, ¡hagámoslo!" Dijo Wei Wuxian, de pie desnudo frente a la mesa, con las manos en las caderas. Se había negado a volver a ponerse la ropa, diciendo que era inútil de todos modos, ya que iban a desnudarse una hora más tarde. Lan Wangji y Jiang Cheng sospecharon que era solo una excusa para tener su polla en la cocina.

Se instalaron nuevamente en la habitación, y Jiang Cheng abrazó a Wei Wuxian, preocupado por su labio inferior con ansiedad. "¿Estás seguro de que quieres hacer esto? Podría ir a follar a un ciervo o un oso en su lugar, quiero decir, no quiero eso, pero ..."

Wei Wuxian puso un dedo sobre su boca. "A-Cheng, lo quiero. Te lo dije, he estado pensando en proponértelo por un tiempo, solo estaba preocupado de que me rechazaras, así que me acobardé cada vez", se rió entre dientes.

Jiang Cheng se quejó y escondió su rostro en el cuello de la bruja.

"Es una vez en la vida, ¿verdad? Podría hacerlo, no quiero que Wei Ying se lastime". Preguntó Lan Wangji, uniéndose al abrazo, también visiblemente ansioso. "¿No sería más seguro si fuera yo?"

Wei Wuxian le dio un besito en los labios. "No, no lo creo. Nunca he leído nada sobre nagas que impregnen demonios, así que no tenemos idea de cómo sería. Y además de eso, creo que tus cambios diarios de forma podrían ser bastante dañinos para ambos. y los huevos ". Él sonrió suavemente, mirando a sus dos novios con amor. "Quiero que sea yo", dijo, apretando sus manos.

Jiang Cheng inhaló bruscamente, aumentando la presión en su pecho. "... Hagámoslo, entonces", dijo, tragando saliva.

Wei Wuxian pasó su mano sobre la hendidura de Jiang Cheng por encima de sus bolas sensibles, despertando su polla que lentamente comenzó a asomar, con la punta húmeda y húmeda. Se cubrió los dedos con la lubricación y extendió la mano, abriéndose. Ya echaba mucho de menos el efecto conveniente del talismán elástico del cuerpo que había usado el día anterior. Afortunadamente, Jiang Cheng solía entrar en su agujero con regularidad, y no pasó mucho tiempo antes de que estuviera lo suficientemente abierto como para meter la polla del naga. Se inclinó y se presentó a su novio, con las rodillas y las manos plantadas en cada una. lado de su cola.

"¡Jiang Cheng, estoy listo! ¡Entra!" dijo, muy emocionado. Unos momentos más tarde sintió una cálida polla empujando su entrada, y empujó sus caderas hacia atrás, ansioso.

"¡Qué impaciente!" Jiang Cheng ladró, "¡Parece que no te han follado en años!"

"¡Tú eres el que habla!" Wei Wuxian se echó a reír. "¡Ustedes dos fueron incluso menos pacientes que yo esta mañana!"

La ropa de Lan Wangji finalmente estalló ante esas palabras. Wei Wuxian gimió mientras se empujaba más hacia atrás nuevamente, arrastrándose hacia atrás y empalándose en la larga polla, deteniéndose brevemente cuando el estiramiento era demasiado. Finalmente, finalmente, se sentó sobre las caderas de Jiang Cheng, obligando a la naga a acostarse debajo de él, y lo envolvió por completo en el culo.

"Lan Zhan-ah!" Wei Wuxian llamó, jadeando, con la cabeza echada hacia atrás y el estómago asomándose. "Ven aquí", dijo, agarrando las manos. "¡Necesitaré algo a lo que aferrarme!"

Maniobró a Lan Wangji para que se sentara a horcajadas sobre la cola de Jiang Cheng también, su polla estaba orgullosamente apoyada contra el torso de la bruja. Oh, ¿entonces eso era a lo que estaba planeando aferrarse? Lan Wangji se hizo más grande al darse cuenta, su pene ahora lo suficientemente alto como para que Wei Wuxian solo tuviera que inclinarse hacia adelante para enterrar su rostro en la enorme hendidura. Las alas de Lan Wangji estaban raspando el techo, y rezó en silencio para que no se hiciera más grande, o toda la casa se derrumbaría nuevamente.