Capítulo 12°.

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Abrí mis ojos econtrándome con Amy, que estaba dormida y me levanté dirigiéndome hacia abajo. Entré en la cocina y vi trozos de cristales rotos en el suelo. Reí al recordar que la culpa fue mía, y de Harry.

Ahora mismo no había nadie, así que decidí hacerme cereales y sentarme a fuera en la piscina a comérmelos. Los preparé, y salí y me senté en la amaca a comérmelos.

-Buenos días —Saludó mi amigo sentándose a mi lado -¿Qué haces tan temprano aquí, enana? —Preguntó Zayn mirándome—

-Me desperté y ya, una vez que me despierto no puedo volver a dormir —Me encogí de hombros y él sonrió—

Se levantó y se acercó a la piscina quitándose la camiseta y quedándose en bañador solo. Zayn tenía un cuerpo perfecto, con tatuajes cubriéndole el torso y los brazos. Se metió en el agua y puso cara de satisfacción.

-Qué frío —Se quejó sacudiendo la cabeza, yo reí mirándole -¿Vienes a bañarte conmigo? —Hizo un puchero, y reí pícara—

Me levanté y me quité la camiseta quedando en sostén, y quité mis pantalones dejando de ver mi tanga y me tiré en la piscina. Zayn me miraba boquiabierto.

Un carraspeo de voz hizo que los dos mirásemos hacia atrás. Harry nos miraba de mala gana.

-Lo siento si molesté —Dijo serio acercándose al borde de la piscina—

-No molestas hermano —Contestó Zayn sonriendo, y él asintió y desapareció por la puerta—

Me encogí de hombros mirándolo, y soltó una carcajada de su parte.

[...]

Habíamos llegado ya a Londres, después de un finde de semana en Jersey. No me lo pasé tan mal cómo yo creía que me lo iba a pasar. Esta noche quedé con Alex para una cita, y ya me estaba preparando.

Me vestí con una falda negra pegada, y una camiseta abierta, me puse unos tacones de plataforma a juego con mis accesorios y metí mi móvil en la cartera. Me heché perfume y bajé.

-¿Qué tal voy? —Pregunté a Amy, y di una vuelta para que pudiera verme—

-¿No vas a tener frío en la espalda? Cógete alguna chaqueta o algo, que la espalda descubierta después va a hacer frío —Me avisó ella mirándome—

-No, él me lleva en su coche, así que no pasaré frío —Comenté mirándome al espejo por último y cogiendo las llaves—

Ella asintió tumbándose de nuevo en el sofá mirando su móvil.

-¿Tú no sales? —Le pregunté—

-No, ahora vendrá Espenser, él se quedará a dormir —Contestó -No te importa, ¿verdad? —Me miró arqueando una ceja y yo negué—

-Bueno, mañana te veo, te quiero —Me despedí de ella lanzándole un beso y cerrando la puerta detrás de mi—

Anduve hasta la entrada un banco que había cerca de la puerta y me senté a esperar a Alex.

-Hola —Saludó alguien detrás de mi, me giré encontrandome a Alex—

Él me miraba sonriendo, mientras descansaba sus manos detrás en su espalda. Él era tan precioso.

-Hola Alex —Sonreí levantándome y acercándome a él—

-Te ves hermosa —Soltó de repente, y noté cómo me sonrojaba—

-Oh, tú también te ves muy lindo —Dije como pude, y él mostró una sonrisa torcida—

Montamos en su coche, y fuimos a un restaurante. El viaje fue en silencio, para mi era un silencio incómodo. No se parecía nada al que tuve ayer con Harry cuándo paseábamos por la playa.

Llegamos a un restaurante, muy lujoso y entramos adentro. Una señora nos indicó nuestra mesa, y nos sentamos.

Durante la cena, Alex me contába anécdotas suyas de cuándo era pequeño y yo solo escuchaba atenta y sonriendo, él era tan tierno.

Comimos entre risas e historias que me contaba él de su familia. Por lo que me contaba, su familia era un amor al igual que él, no me extraña que le saliera un hijo tan educado y sofisticado.

-Lissa, yo tengo que contarte algo... —Empezó a hablar nervioso -A ver... por dónde empiezo —Sonrió nervioso, y no pude evitar reír -Verás, es que desde que te vi en la universidad, sentí algo por ti, y me gustaría... Que intentáramos algo, si tú no quieres no pasa nada, yo lo entiendo, pero sólo intentarlo ya para mi sería un regalo, Lissa —Soltó de repente—

Abrí los ojos de par en par, y veía la preocupación en su cara. No sabía qué contestarle, Alex es un chico genial, y porque saliera con él no pasaría nada. Sólo intentarlo.

-Sí, Alex —Esbozó una sonrisa en su rostro -Intentémoslo, no me vendría nada mal —Dije sincera y él me miró tierno—

-No sabes cuánto te lo agradezco —Agarró mi mano por encima de la mesa sonrojado—

-No tienes nada de qué agradecerme, Alex, sólo me dijiste lo que piensas y me parece algo estupendo, además, intentarlo no es nada malo —Me encogí de hombros asintiendo—

-Lo sé, pero en mis planes no estaba que tú ibas a aceptar salir conmigo —Habló mirándome -Una chica tan hermosa, sincera, simpática y cariñosa no puede salir con un gañán cómo yo —Solté una carcajada y él se sonrojo—

[...]

-Gracias por la cena, Alex —Sonreí ya en la puerta de mi casa—

-No es nada tonta, sabes que lo haría todo por ti —Cogió mi mano y la besó -Te quiero —Me abrazó por la cintura—

-Hasta mañana —Besé su mejilla y lo abracé por los hombros—

Nos despedimos y entré a mi casa. Ahora definitivamente, volvía a tener novio.

Hold me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora