¿Podrías Recordarme?¬ Suga; BTS

013

YoonGi

Caminaba sin un maldito rumbo, volteaba hacía todos lados intentando procesar donde me encontraba, mi celular no dejaba de sonar, sonaba una y otra vez, el tono de llamada era tan repetitivo e irritante, estaba fastidiandome; saqué el celular del bolsillo de mi chaqueta con brusquedad el nombre de "Kim" se reflejaba en la pantalla, solté una risa sarcástica y apague el dispositivo, no quería hablar con nadie, quería estar solo. Después de un tiempo decidí volver a casa, para cuando llegué presencie la peor escena de mi vida; mi casa estaba en llamas, no sabía que hacer,comenzaba a hiperventilar de la desesperación, cuando iba a entrar, la casa se desmoronó frente a mis ojos.

Abrí los ojos de golpe, sentía una opresión en el pecho y unas ganas inmensas de llorar, estaba algo sudado; intenté inhalar y exhalar para calmarme, fui al baño y moje mi rostro, me mire en el espejo por unos minutos, tenía el pómulo morado, el labio y la ceja con una cacho de cinta blanca ya que estos se habían partido, mantenía recuerdos muy vagos de la noche anterior, pero aún seguía pensando ¿Qué carajos fue ese sueño? Todo se sintió tan... Real. Tenía la necesidad de ir y refugiarme en Eun, salí de la habitación y justo ella recién salía de una habitación pero su hermano la detuvo, así que volví a entrar y espere un momento.

Comencé a vagar por la habitación buscando cualquier cosa con la cuál entretenerme, hasta que mi vista se poso en las cortinas blancas de la ventana, me acerque a pasos lentos y corrí las cortinas; menuda mierda, era una puta ventana sin sentido, la vista era la pared del edificio de enfrente, mi vista fue hacia abajo, era un callejón angosto y con poca iluminación, la migraña comenzaba hacerse presente así que me alejé para poder salir de la habitación. Cuando llegue a la cocina solo se encontraban JiMin y Eun riendo pero pararon al verme

—¿Dormiste bien? —pregunto la chica sin dejar de picar las verduras

—Si —menti — ¿Y ustedes?

—De maravilla ¿No es así Bi? —JiMin volteo a verla con una pequeña sonrisa juguetona en su rostro

—Si —note cierto nerviosismo en su voz

No comenté nada al respecto; después de unos minutos nos encontrábamos los tres desayunando, realmente me sentía incómodo pero mantenía mi apariencia monótona, como si no me importará en lo absoluto.

—¿Qué te paso en el rostro? ¿Haz vuelto a lo de antes Min? —una sonrisa burlona se asomo por los labios de JiMin

—¿Acaso te importa? —respondí sin voltearlo a ver

—En realidad no, ella si me importa; por tu culpa tuvo que desvelarse sabiendo que no debe hacerlo —dijo con seriedad y Eun volteo a ver a JiMin con algo de enojo, como si no quisiera que lo supiera —Bien, debo salir —se levanto de su asiento y le dió un beso en la frente a Eun, me molestó que lo hiciera, pero me molestó aún más que Eun no hiciera nada.

No me quedé a ver en qué terminaría la escena, solo me levanté y me fuí, solo caminaba de un lado a otro en la habitación, pensando en lo que había dicho JiMin. Los recuerdos de la noche anterior recién comenzaban a golpearme uno tras otro, había sido un completo idiota, ella se desvelo esperándome mientras yo estaba follando con una puta y terminé golpeándome con el primer estúpido que se me puso enfrente; le había fallado, no llevaba ni dos días aquí y ya la estaba cagando.

Comenzaba a sentir culpa y necesitaba calmar la ansiedad, tenía la solución perfecta, solo faltaba recordar dónde lo había dejado. Comencé abrir los cajones con algo de brusquedad buscando ese paquetito con polvo blanco que tanto necesitaba, pero tocaron la puerta interrumpiendo mi búsqueda