Capítulo 9

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3 días después...

-Tras cumplir su parte del trato y hacer el pastel de bodas con los detalles específicos, Milk recibe el tan esperado documento de admisión en la secundaria... Su hijo menor finalmente empezará a estudiar con otros chicos de su edad! Aunque Míster Satán deja en claro que la firma de Goku sigue siendo importante, al menos Goten podrá iniciar sus estudios lo más pronto posible.
Ella decide llevar a Goten a una nueva atracción que llegó a la ciudad; el acuario internacional 'Míster Satán' dedicado a las criaturas marinas en peligro de extinción. El pequeño guerrero no se detiene ni un momento hasta llegar al ajetreado lugar lleno de camarógrafos y reporteros, quienes desean entrevistar al proclamado 'Héroe del mundo' quién está a punto de cortar el listón rojo y dejar el lugar listo para el público.
Entre el ajetreo de llegar temprano y el entusiasmo de Goten por visitar el acuario, Milk no tuvo tiempo de arreglarse como de costumbre... Solo se vistió con lo que estaba más cerca de ella: un suéter con los hombros descubiertos color verde manzana, jeans justos con un pequeño bordado de flores en la bota izquierda y zapatillas simples color negro. Su cabello suelto y un par de aretes blancos demostraba que no se preocupó mucho por arreglarse, más su sencillez y calma la hacían ver más radiante que de costumbre.
Tras dar por inaugurado el lugar, Míster Satán inicia la rueda de prensa con los medios, quienes lo bombardean con preguntas tipo '¿Cuáles son sus siguientes proyectos?' '¿Regresará al mundo de las artes marciales?' y '¿Su nieta será entrenada como artista marcial?'. Entre ver la reacción del público al nuevo acuario -quienes están al otro extremo ingresando al lugar- y escoger a cual reportero dar las primicias, el se sorprende al ver a lo lejos a Milk y a Goten ¡apenas pudo reconocerla! En realidad, Satán sabía muy poco de ella. Las pocas interacciones entre ellos an sido por Gohan o en alguna que otra reunión familiar... Así que para el, Milk no es más que una ama de casa y una madre sobreprotectora ¡una muy bonita por cierto!.
Mientras tanto, Goten se pasea de un lado a otro observando cada uno de los estanques... Dejando a su madre atrás. El pequeño solo se detiene cuando uno de los peces -más específicamente, un tiburón blanco- le da un buen susto, obligándolo a volver con su madre. Milk se limita a reír un poco y se sienta en una banca cercana, siguiendo a su hijo con la mirada.
Go:(Abrazando a Milk) ¿Ya se fue?.
M: ¿Quién?.
Go: El pez gigante.
M:(Ríe un poco) Goten, ese es un tiburón... Y no te preocupes, no te hará daño dentro de ese estanque.
Go: Es que me vio muy feo...
M: En realidad, solo quería decirte algo.
Go:(Inocente) ¿A mí? ¿Y que querría decirme?.
M:(Voz burlona de hombre) ¡Goten! No te alejes demasiado y espera a que tu madre descanse... ¡Ella no es tan rápida!.
Go:(Riendo) lo siento mamá, pensé que venías detrás de mí.
M: Descuida, solo no te alejes demasiado... ¿Ok?.
Go: Si mamá (se va a ver los estanques  cercanos).
M:(Suspira) ¿Porque será tan tierno cuando se disculpa?.
M.S: Lo mismo pregunto yo...
M:(Voltea) ¡Satán no sabía que estaba allí!.
M.S: En realidad acabo de llegar (Se sienta en la banca) ¡Me alegra que pudieran venir! ¿Ya Goten sabe la noticia?.
M: Así es, se lo dije en la mañana. ¡Está muy feliz por ser admitido en la secundaria!.
M.S: ¡Me alegra saberlo! Y bueno, vengo a darte esto (le entrega un cheque) mi ahijada quedó muy satisfecha con el pastel de el fin de semana.
M: Satán se lo agradezco mucho, ¡pero ese pastel era parte del trato! Y usted ya cumplió con su parte, así que no puedo aceptarlo.
M.S: Milk no seas así, ¡Te lo ganaste! Además, no es lo único que tengo para ti (le entrega unas bolsas de regalo) Videl fue de compras ayer y me pidió que te diera estás cosas... ¡Entre ella y Pan las escogieron para ti!.
M:(Alegre) ¿De verdad? ¡Se los agradezco mucho! Mi nuera es tan amable...
S.M: Lo se, ¡es un encanto!.
M: Bueno, iré a ver cómo está Goten... Hablamos después, ¡Hasta luego!.
M.S: Adiós ¡Disfruten su visita!.

-El tiempo pasa volando y en un abrir y cerrar de ojos el reloj marca las 4:50 pm. Milk y Goten deciden visitar el centro comercial antes de volver a casa, ya que el niño insiste en que ella debe ver una chaqueta que le gustó mucho y quisiera comprarla.
Entre vitrinas y tiendas que se encuentran antes de el sitio a donde van, Milk se detiene un momento entretenida por una vidriera en particular; una adornada con un encantador vestido de novia. Su vista se pierde allí. El traje era hermoso de principio a fin: cuello tortuga sin mangas, falda estilo princesa bordada con flores sencillas en color crema, unas pequeñas capas de encaje blanco a los costados de la cadera y un sencillo velo de novia en la cabeza del maniquí, completando el estilo.
Milk no puede evitar mirar aquel vestido con nostalgia, le hacía recordar su boda... ¡Hace años atrás! Es díficil olvidar un día tan importante y especial a la vez: todo lo que tuvo que pasar para que la boda se diera al fin, la decoración, la comida, los invitados, los amigos y familiares que estuvieron presentes ese día... Y el... Definitivamente es imposible no pensar en Goku. Milk suelta un suspiro y vuelve en si, Goten le pide que lo espere afuera mientras el entra a la tienda a ver si la chaqueta seguía en el lugar. Milk solo lo sigue con la mirada mientras sigue pensando en aquel matrimonio.
Ella no odia a Goku. Para cualquiera, Milk no es más que una mujer amargada. Alguien que solo sabe quejarse, que no apoya a su marido en defender a la humanidad -apesar de que esto es importante para el- ni en qué entrene día a día. Alguien que es estrictamente terca a la hora de decidir el bienestar de sus hijos, que no permite que ellos exploten su potencial como artistas marciales... En resumen, que ella es la mala del cuento.
Milk ama a su familia ¡está dispuesta a todo por ella!. Aún recuerda la angustia que pasó cuando Gohan fue secuestrado y entrenado por Piccoro, lejos de sus brazos. O cuando Goku murió a manos de Piccoro... Y, posteriormente, el que este e sacrificara en un intento de detener a Cell de una vez por todas. ¡¿Acaso piensan que cosas como estas son fáciles de afrontar?! Para ella no lo son. ¡Y ni hablar de él pequeño Goten! Lamentablemente, Milk no a podido hacer mucho por alejar a su hijo menor de los constantes peligros que afrontan. Majin Buu fue un contrincante peligroso, puso a prueba las habilidades de todos... A pesar de que actualmente es un amigo más de el grupo, difícilmente se pueden borrar los malos recuerdos de aquellas batallas, la cuáles ocurrieron hace unos pocos años atrás.
Recientemente, Goku y Gohan fueron a representar al universo 7 en el torneo de supervivencia. Para Milk, esto no fue fácil de digerir... A pesar de que no pudo verlos pelear en la arena ni saber a ciencia cierta que tan peligrosos eran los contrincantes, el tan solo oír sus experiencias en el combate fue un poco traumante. No existe nada más duro para ella que el saber que, en cualquier momento, puede aparecer un villano peor que el anterior. Es de suponer que nadie piensa en la angustia por la que pasa Milk cada que su familia se encuentra en una batalla... El pensar que la siguiente pelea podría ser la última.
Milk suelta un suspiro y se concentra en esperar a Goten; no puede darse el lujo de dañar un día tan perfecto por culpa de sus malos pensamientos. El pequeño regresa con las manos en la espalda, un poco tímido, pero feliz.
M:(sonríe un poco) ¿Viste la chaqueta que querías? Dime cuánto cuesta, ¡Te la compraré ahora mismo!.
Go: en realidad, ya no la quiero.
M: ¿Y eso? Estabas muy entusiasmado con ella...
Go:(le da una bolsa de regalo) es para ti mamá. Te esforzarte mucho por hacer ese pastel, y de no ser por el yo no entraría a la escuela. Ahorré mucho para comprarte este vestido.
M:(sorprendida) Goten, no debiste hacerlo...
Go: lo sé, pero igual quise hacerlo. Ojalá te guste, ¡Estoy seguro que te verás muy bonita con el!.
M:(lo abraza) gracias cariño. Te quiero, nunca lo dudes.
Go: ¡Y yo a ti mamá!.
-Tras darle un beso en la frente y tomar la bolsa de regalo, Milk decide que es momento de que ella y Goten regresen a casa. Mientras caminan, algún que otro curioso susurra maravillado por la escena tan tierna que ocurrió momentos atrás. Es imposible no oír como se refieren a Milk; debe ser una gran madre como para que su hijo prefiriera comprarle un vestido en vez de usar su dinero para otra cosa. Ella alza la mirada orgullosa y feliz, no necesita oírlo: su familia la quiere, sabe que ella los ama y que lo único que quiere es lo mejor para ellos. Eso es suficiente para Milk.

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