Capitulo I: Restos

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Disclaimer: Este es un fanfic sin intenciones de lucro, solo diversión de fans para fans el copyright pertenece a sus respectivos propietarios.

El inspector Tachiki permanecía en su forma animal mientras el resto de sus hombres se dedicaban a recolectar la mayor cantidad de evidencia posible, todos usando también su apariencia animal y dejando un rastro de miedo a su alrededor.

La aparición de Shirou Ogami en la entrada del lugar pareció tranquilizar a los policías. El legendario lobo gris camino con mesura hasta acercarse al inspector; este sin mediar palabra se alzó de hombros y lanzó una mirada a su alrededor. Shirou asintió entendiendo el mensaje.

Era un piso en uno de esos viejos edificios que estaban en ruinas aun antes de que Animacity fuera construida, aquellas construcciones pertenecían a un fracasado intento de los humanos de crear una ciudad antes de cederla a los hombres-bestia. La alcaldesa Rose había prometido derribar aquellos monstruosos elefantes de concreto, pero siempre se presentaba alguna emergencia, gasto o evento que hacía posponer la orden de derribarlos. Eventualmente algunos hombres-bestia con menos recursos o aquellos que buscaban no ser vistos empezaron a usar esos lugares como escondites o casas más permanentes.

El lugar donde estaban ahora era una extraña excepción a las usuales pocilgas que usaban los que se escondía ahí. Era un departamento en regla, puerta de madera con cerrojos, muebles, ropa, cuadros y fotografías. Quien hubiera estado viviendo ahí tenía años, posiblemente cuando esos edificios fueron inaugurados. Shirou paso un dedo sobre la superficie de una mesa y noto el denso polvo de años y años de inactividad había un librero lleno de viejos tomos sin títulos visibles, un escritorio lleno de papeles ahora casi pulverizados y llenos de telarañas y finalmente, sentado en lo que fuera un cómodo sillón, descansaba el esqueleto aun medio vestido de lo que sin duda fue un hombre bestia.

—Aún sin las pruebas te puedo decir que esto tiene al menos treinta años de que nadie lo ha abierto. —El inspector dijo al acercarse a Shirou— Es muy extraño.

— ¿Quién lo reportó? —Preguntó el lobo.

—Un hombre bestia extranjero. —Tachiki sacó su libreta y revisó— Mike Weaselton... Estaba escondido aquí por problemas con migración, vio la puerta y pensó en buscar una mejor madriguera. Al ver el cadáver salió corriendo hasta que dos policías lo interceptaron.

—Muy honesto de su parte. —Shirou frunció el ceño con desagrado— ¿Por qué no simplemente sacó el cadáver y se quedó con el lugar? Nadie se hubiera dado cuenta.

—Quizás sea por la misma razón que todos nos queremos ir lo más pronto posible... ¿No siente "eso" en el aire Shirou-san?

El comentario del viejo Danés llamó la atención de Shirou... "Eso" No percibía olor alguno aparte del tiempo encerrado y los policías a su alrededor, pero en verdad había algo más, un sentimiento de desasosiego picoteando la base de la nuca, despertando uno de los más antiguos y básicos sentimientos de todo ser vivo... El miedo.

Ahora con más cautela siguió revisando el departamento. Los restos llenos de moho y polvo de muebles elegantes, cuadros desdibujados en las paredes, sin duda obras muy caras en su momento, puertas que llevaban a dos habitaciones y un baño estilo occidental y... Una cuarta puerta, más pequeña que las otras, había marcas de que esta había sido abierta recientemente.

— ¿Weaselton sacó algo de este lugar? —Preguntó Shirou sin despegar la vista de la pequeña puerta.

—Nada, por lo menos aseguró que solo vio el cuerpo y salió corriendo de aquí. —Tachiki también noto la mirada de Shirou y su actitud lo puso nervioso. Sin mediar palabra llevo las manos a su arma de cargo. Varios policías también lo notaron y comenzaron a sacar sus armas.

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