Un Dios Olvidado

Capitulo 4

Antes de empezar con el capitulo quiero añadir dos cosas, Lo primero es agradeceros a todos los que cometáis apoyando el fic, ya que es el primero que hago, estaba un poco (y sigo estando) un poco nervioso por que no gustase, pero a tenido mejor recibimiento de lo que me esperaba y bastante apoyo mostrado en comentarios, cosas como estas motiva a seguir escribiendo, lo dicho si alguien tiene alguna idea que darme, que lo ponga en los comentarios y le responderé lo más rápido posible, o si alguien tiene alguna duda, ponerla en los comentarios, siempre intentare ser lo más claro posible para no dejaros mas dudas. Lo segundo es que llevo dos capítulos ''defendiendo'' a Afrodita y eso no quiere decir que vaya a tener un tipo de relación con Naruto, si no que no sé por qué pero en muchos fic que el leído recibe un hate, por su actitud, lo cual a mi tampoco me gusta, simplemente siempre intento empatizar y tiene que ser una putada estar en la piel de Afrodita las cosas como son, te obligan a casarte con alguien a quien no amas, eres utilizada como un trozo de carne por Ares (y muchos otros más) el cual siempre me pareció que la utilizaba para lidiar su frustración por ser odiado por todos los olímpicos (incluso sus propios padres), todos por los que crees que te puedes llegar a enamorar siempre acaban muertos por manos de Ares, a mi parecer es una mujer super perdida sentimental mente que se agarra a lo primero que se encuentra, como dije anterior mente, tiene que ser una putada ser la representación del amor y nunca a ver sido amada.

Dicho todo esto disfrutar del capítulo. ^^

En la entrada del tartaro se podía ver como salía un hombre seguido de una enorme figura con 50 cabezas y 100 brazos. Al momento de estar fuera del tartaro Kairos rápidamente sintió como si el viento se acumularse a su alrededor, como si reconociese su presencia y actuase felizmente al estar a su alrededor, junto a un sentimiento de total comodidad, podía sentir todo a su alrededor como si el viento mismo le dijese que era todo lo que le rodeaba, nunca antes se sentido a si, era como si finalmente estuviera completo.

La reacción del gigante fue muy diferente, rápidamente se tapó todas sus caras con sus manos, había olvidado lo brillante que podía ser el sol, la verdad no echaba de menos la luz del sol siempre les molesto lo brillante que podía llegar a ser.

''¿Y ahora que se supone que deberíamos de hacer? Dijo el Hecatónquiro con voz molesta aun tapándose las caras por culpa de la luz del sol.

''Primero a cumplir el pedido de Urano, la puedo sentir no muy lejos'' Dijo Kairos mientras miraba hacia la dirección donde sentía dicha presencia.

''Espero que no me hayas sacado solo para ser una espacio de recadero'' Dijo gruñendo.

''Pues algo parecido, si no te gusta aun estas a tiempo de volver hay'' Dijo señalando a la entrada del tartaro.

''Y quien me va a meter hay de nuevo'' Dijo con múltiples sonrisas burlones por las palabras de Kairos.

''Yo'' Dijo simplemente mientras se encogía de hombros.

''JAJAJAJAJA, me gustas enano'' Dijo una cabeza mientras las otras se reían.

Esto era algo nuevo para el Hecatónquiro, desde que nació todo el mundo lees temía por su extraña apariencia, al punto de que fue encerrado por ser llamado un monstruo, pero sin embargo no podía sentir ese miedo en Kairos, algo que en realidad le agradecía y hacía que le gustase la actitud del hijo de Kronos.

''No tenemos tiempo para estas tonterías, mis hermanos y los titanes estas a punto de empezar lo que seguramente sea la última batalla de esta estúpida guerra'' Dijo apresuradamente mientras empezaba a encaminarse hacia la dirección del último hijo de Urano.