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Capitulo 6

El pelirrojo creyó que sería cosa de algunas cuantas horas y que su hermano tomaría en cuenta su consejo y todo acabaría pronto.

Ya habían pasado 3 días, y su paciencia era casi nula. Comprendía muy bien las razones del otro, pero lo estaba sacando de su casillas el hecho de obtener un rotundo "no" como respuesta del rubio.

Era demasiado obstinado. Aún así no se rendiría. Tenía que guardar la calma. Tal vez aún no asimilaba del todo el tipo de maltrato que estaba viviendo.

—Eres más fuerte que esto, Dee. Ve y enfrenta la situación. No tienes porque hacerlo solo, puedo acompañarte.

—Heavy, deja de insistir.Dios. Dejemos ese tema en paz.

—No, Dee. No tienes porque esperar a tocar fondo para hacer algo al respecto. Él no te va a abandonar, porque sabe que lo amas, y que te importa un carajo lo que haga porque al final del día, vas a volver.

El rubio froto su rostro con las palmas de sus manos.

—No sabría que decirle.

—Que no deseas seguir con él, porque sientes que está contigo por una razón demasiado horrible.– Sintió escalofríos.—Me siento enfermo cada vez que recuerdo...

—Heavy, cállate.–Contesto el rubio un poco molesto.- Además se que en el momento me quedaré en blanco.

—No seas pesimista. Haz algo antes de que papá se entere.

Lo último llamo la atención del rubio, volteó a ver a su hermano algo alterado, nunca había considerado esa posibilidad. Aunque no sabría de que lado se pondría su padre. Después de todo su progenitor adoraba a Chess.

—Okey, te escucho.

El pelirrojo sonrió.—Bien, tienes que ser directo...

Poco a poco fue agregando más información sobre la táctica que debía seguir su hermano para evitar un drama.

Tenía esperanzas en qué el castaño sería una persona muy razonable y no aturdiria a su hermano con excusas tontas para que esté se quedará.

Aunque no estaba seguro de aferrarse a la imagen que tenía de este, debido a que el rubio describía a un persona totalmente diferente.

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—¿Estás seguro? tal vez necesites apoyo.–Menciono Heavy algo preocupado.

Ya era el día. En donde todo acabaría y pasaría a ser solo un trago amargo.

Los dos estaban nerviosos, todo dependia del buen manejo de las emociones del rubio.

Heavy sabía que posiblemente su hermano se arrepentiría al cruzar la puerta de la casa del mayor, y no le quedaría más opción que callar. Aún así seguiría demostrándole su incondicional apoyo.

—No te preocupes. Yo sólo me metí en esto, así que yo debo arreglarlo.

—Te puedo esperar a una cuadra de aquí, no me molestaría hacerlo.

—Tranquilo, vete a casa. Si necesito que vengas por mi te llamo.

Heavy no pudo evitar mirarlo entristecido. Por lo que se acercó a darle un cálido abrazo.

—Gracias.–Susurro el rubio. Heavy se aferró más fuerte, era su pequeño intento por pasarle aún más fuerza y confianza a su hermano.