Levanté la mirada y me encontré con un bello rostro meramente inmaculado, su piel llana y pálida resaltaban sus ojos que poseían un hermoso color verde, sus pestañas se extendían con firmeza hacía arriba, además de unos labios de una tonalidad bastante llamativa.
Sus labios rellenos se estiraron formando una bonita sonrisa.
–Hola– pronunció.
–Hola– dije, ligeramente desorientada por el bello rostro que tenía enfrente.
–Perdóname, soy un poco distraído– musitó, un rubor apenas perceptible cubrió sus mejillas.
–No, no la distraída soy yo– dije para luego reír.
–Soy Ben Hardy– me estrechó la mano.
–____– me presenté.
–Eres americana– adivinó.
–Si, California, de ahí vengo.
–¿En serio? Yo nací en Londres.
Ahora entendía el peculiar acento que acompañaba su voz aunque este no fuese demasiado notorio, dirigí la mirada a la puerta del departamento en el que estaba a punto de introducir la llave antes de que chocaramos.
–¿Vives aquí?– balbucee al captar el trío de números que adornaban la puerta, formando el 308.
–Si, con mi tía.
La vieja gruñona con la que Scarlett me había dejado la llave de su departamento el día en que llegué, era la tía del chico lindo que me sonreía en ese instante, abrí los ojos ante la sorpresa.
–¿Eres sobrino de la señora Montórfano?
–Si, ¿La conoces?
–Si, bueno no– dije y su expresión pasó a ser a ser una mueca de confusión– Mi amiga me dejó la llave se su apartamento con ella y sólo pasé a recogerla, de ahí conozco a tú tía.
–¡Oh! Entonces tú eres la linda chica que se mudó con Scarlett– dijo, como si hubiese completado un rompecabezas en su memoria.
–Si, gracias por lo de "linda"
–Oh, bueno, eres linda– se encogió de hombros– ¿Vas a algún lado?
–Si, a un laboratorio fotográfico. ¿Sabes dónde queda la calle Squero de San Trovaso?– pregunté, mirando el papelito arrugado en mi mano.
–Si, es cerca de uno de los canales, hacia el norte.
–¿Está muy lejos?
–No, puedes ir caminando, son como cinco cuadras desde aquí.
–Oh, gracias.
–Puedo llevarte si quieres, tengo auto.
–No, gracias. Hoy caminaré, tengo tiempo de sobra– musité con aplomo
–Esta bien, ¿Puedo invitarte un café para después? Digo, para conocernos, vamos a ser vecinos después de todo– se encogió de hombros un tanto avergonzado.
–Claro, me encantaría.
–Hasta luego entonces.
–Hasta luego– dije– Oh, y grazie mille– murmuré recordando lo que había aprendido con Joe el día de ayer, cuando agradeció al mozo.
Ben sonrió.
–Di niente, bella ragazza– dijo él.
Me ruboricé y le dije adiós con la mano, luego baje las escaleras y salí del edificio para encaminarme por las calles de Venecia esperando encontrar lo que buscaba.
Luego de unos minutos y de contabilizar mentalmente las cinco cuadras que Ben me había mencionado, miré hacia el pequeño recuadro blanco ubicado en el muro externo del edificio de la cuarta calle; Squero de San Trovaso.
Sonreí satisfecha al haber acertado con mi búsqueda, tenía la calle pero aún tenía que encontrar el laboratorio, decidí caminar a la izquierda, en donde los números ascendían, tenía que encontrar el 237.
Afortunadamente lo encontré, además de que pude visualizar fuera del lugar con un letrero elaborado con grandes letras que ponía; "Photo Lab"
Eso podría descifrarlo hasta la persona más torpe.
Crucé la acera y me adentré en aquel solitario lugar que era iluminado mayormente por las luces del exterior que traspasaban por el ventanal de cristal.
–¿Hola?– musité, esperando que alguien me respondiera.
–¡Tonta máquina!– gruñó una fina y delicada voz proveniente de la parte trasera del lugar, de los almacenes quizá.
Me quedé pasmada, mis pies se quedaron petrificados en el mismo lugar en que se habían parado.
–¿Hola?– volví a repetir, ahora un poco temerosa.

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━━「 ᴹᴬᴺᵁᴬᴸ ᴰᴱ ᴸᴼ ᴾᴿᴼᴴᴵᴮᴵᴰᴼ 」━━
FanfictionLas cosas son más interesantes cuando son prohibidas y Joseph Mazzello, era una de ellas; el novio de mi mejor amiga. ¿Que vale más? ¿Una amistad de casi toda la vida o un amor prohibido? Nadie elige de quien enamorarse. [Historia Adaptada. Créditos...