Capítulo 5

238 31 11
                                    

— No por favor... no haga eso, no quiero... duele~

— ¿Y crees que me interesa? Dijiste que lo harías sin importar que

— Pero duele~ duele mucho, se siente muy extraño... no quiero más

— Si te sigues quejando te dolerá aún más... ¿no quieres eso verdad? o es que acaso ¿quieres que cumpla con mi amenaza? lo que dije que haría si te negabas

— ¡NO! a él no lo toques por favor, él no tiene la culpa de nada

— Entonces deja de retenerte, ya te dije que no dolerá

...

— ¡AAAAH!

Al despertar con un grito ahogado en su cuarto, su respiración se volvió agitada, casi incontrolable, nadie lo había escuchado fuera de su habitación y nadie sabía lo que había pasado, su soledad era la única que le acompañaba en ese instante sin consolación y de culpa, el tormento se repetía sin patrón, sin razón y sin especificaciones. Han pasado ya varios años y aquel chico no podía olvidar tal tormento de su infancia sintiéndose responsable de todo, aún a pesar de que se le repitiera mil veces que no lo era.

Sus padres no estaban conscientes de que su hijo aún sufría la misma pesadilla como cuando recientemente pasó, que aún al paso de los años, aquel trauma seguía sin ser resuelto, que las terapias sólo fueron un susto para que las pesadillas dejaran de suceder sólo un tiempo, para después volver, y aunque no fueran de una manera igual, sino más bien un poco leves, no dejaban de ser perturbadoras y tratar el mismo sentido de culpa al despertar. Aquella vez despertó de medianoche, por lo que su intento de recuperar su sueño pasadas unas horas, no sería tan fallido como otras veces, así hasta que amaneciera y despertara, nuevamente.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

— Naruto, buenos días cariño, hoy despertaste temprano, ¿todo está bien?

El rubio había bajado con cierto toque radiante aquella mañana después de lo que había pasado el día anterior con Sasuke, quería llegar temprano y probar suerte una vez más a que le saludara una vez más y esta vez, si había tiempo de sobra, pudieran hacer un poco más de plática, y quizá al fin empezar de una mejor manera su intento de hacerse su amigo.

— Hola mamá, sí todo está bien dattebayo~, es solo que hoy quiero llegar mucho más temprano al colegio —Sonreía de aquella manera que demostraba que se encontraba realmente animado y feliz.

— ¿y eso por qué Naruto? ¡No vayas a estar haciendo nuevamente tus travesuras de antes, recuerda lo que tu padre te dijo si volvías a descuidar tu camino de la escuela! —Kushina se había encendido al instante malpensando las intenciones de su hijo, pues era su hijo y lo conocía como la palma de su mano.

— ¿E-eh? no-no mamá, para.... no-no haré nada de eso, te lo juro —su voz temblaba al ver la inmediata reacción de su madre, no era extraño de ver que su madre se alterara así como así por la más mínima intención de travesura, o por el más pequeño accidente. Sin embargo aún tenía el toque para imponer miedo.

— ¿Qué está sucediendo? ¿por qué gritas tan temprano Kushina?

— Ma-mamá... te juro que no es ninguna travesura...
—¿Naruto? ¿qué haces despierto tan temprano? ¿y cambiado con el uniforme?
— Papá, dile a mamá que se calme... pa-para que pu-pueda explicar... por favor
— Kushina, por favor, es demasiado temprano para estar gritando, además, luego te está doliendo la cabeza, ni siquiera has desayunado

La desdicha llamada "Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora