Horrible Depredador

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Un día nuevo me esperaba y el sol lo anunciaba al asomarse por la ventana y dejando que su brillo me trajera devuelta de mis sueños, parecía una mañana calmada y tranquila ya que ni la alarma todavía sonaba y eso me sorprendió — Pude vencer a la alarma? — me decía a mi mismo mientras hacia una expresión de orgullo con una sonrisa ganadora, me levante de mi cama y comencé a estirarme un poco mientras que mi cabeza estaba recapitulando lo que hice ayer.

Comenzando por tener una mala experiencia derribando a un pequeño zorro hasta la idiotez de allanar propiedad privada siendo además de que casi pude ir a la cárcel... pero gracias a eso pude tener la satisfacción al deleitarme con el escaso olor de el Sr. Promiscuo el cual era embriagante en esos momentos de adrenalina, —¿Estoy loco o es que ya me hace falta cariño?— me pregunte mientras caminaba al baño para ducharme — claro que me falta cariño lo necesito!— me gritaba mi yo interno que hasta podía imaginar cómo movía su cabeza sintiendo pena por mi, el agua calmaba mis impacientes ganas por tener a alguien a mi lado pero más que calmar simplemente me distraía ya que mi dios interno asistía a un funeral en el cual la lápida decía "vida sexual" y este lloraba desconsolado... —Puedo llegar a ser muy dramático—  me reprendía mi yo interno moviendo la cabeza

...

Me encontraba en el salón de clases escribiendo mis notas, enserio todo era aburrido y más al no tener ni un buenos días del descuidado promiscuo, cuando acabó la clase enseguida tome mi teléfono y escribí un mensaje

— "Buenos Días!"... Me gustaría tener eso cuando despierto, No cuesta nada sabes?... Podrías perderme :/—

Antes de enviarlo mi yo interno me preguntaba —enserio harás un berrinche por eso? Ni siquiera son pareja o mucho menos lo conoces—  pero rápidamente esfume esos pensamientos y sin arrepentirme lo envíe.

Pasaron unos cuantos minutos y después mi pierna vibro para anunciar el entrar de un mensaje

— Vamos no te enojes... Deberías saber que los demás tenemos cosas que hacer.

P.D: que afilados colmillos :3—

Enserio me sentí regañado por su primer comentario y enserio ¿es tan difícil pedir cariño? Pero al leer el resto una sonrisa tonta apareció en mi cara así que comencé a leerlo repetidas veces hasta que note algo e inmediatamente volví a mostrar los colmillos en mi sonrisa y enseguida escribí un nuevo mensaje

— Estos colmillos como todo el paquete puede ser tuyo si tan solo me dijeras "buenos días" me gustan esos detalles ;)... Por cierto gracias por la pista, ahora sé que hablo con alguien pequeño—

Pude deducir eso y había chances de equivocarme pero ese ":3" es mas probable que lo use una persona linda y pequeña a que lo use alguien más de mi estilo... Entonces mi objetivo es alguien de 3° grado, con un aroma dulce pero tenue y tiene que ser una especie pequeña.

Acabaron las clases y solo recibí una respuesta del Señor promiscuo y no más y su mensaje decia algo muy curioso

— Eso no es ninguna pista... Deberías de dejar de sacar conclusiones tan rápido, tómate tu tiempo. —

Gracias a su respuesta era más que obvio que estaba en lo cierto así que puedo agregar a las especies pequeñas a mi lista y descartar a los grandes por ahora.

Salí del aula e hice mi rumbo con destino a los salones de tercer grado para encontrar una pista más sobre eso pero al momento de subir por los escalones una chica se tropezó conmigo haciéndonos caer de los pocos escalones que llevaba recorridos, era una pequeña coneja blanca tan pequeña que apenas y llegaba a la mitad de mi cuerpo —aunque medir 190cm no es nada normal tampoco — me decía a mi mismo.

Ella quedó encima de mí, yo la hice a un lado y decidí ponerme de pie para después sonreírle amablemente y extenderle la mano para ayudarle a levantarse pero no fue así... Ella comenzó a gritar "Auxilio!" "Un gran lobo quiere comerme!" "Ayuda! Me está mostrando los colmillos", mi cara paso a tener una confusión y trate de calmarla pero era demasiado tarde.

Solo podía sentir como otros estudiantes me derribaron en el suelo poniendo mis manos detrás y sus pies en mi cabeza.

Odio mi sonrisa y mis colmillos...

Determinación InsaciableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora