Caninos Prisioneros

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No me resistía, ni siquiera un movimiento hacia ya que esto siempre me pasaba y sabía que después de los golpes vienen las disculpas, ya que no quería hacer nada de lo que esa coneja estaba diciendo así que me deje someter por esos chicos pero algo me saco de mis pensamientos y era que un pequeño chico, más bien un pequeño zorro y quién lo diría que es el mismo chico que corrió de mi hace unos días ahora estaba defendiendome y no lo hacia mal ya que logró golpear a uno de los chicos pero también lo golpearon a él y creo que ahora será su fin... Diablos pequeño zorro no tuviste por qué venir

— Déjenlo en paz — decía el pequeño zorro que estaba tocándose la cara por el golpe y es que enserio se veía que le dieron duro pero igual eso le enseñará a que no debe de preocuparse por alguien como yo... Me pregunto que estará haciendo el Sr. Promiscuo ahora?.

Después de estar discutiendo el alboroto se hizo más grande pero yo no me movía de mi situación no me resistía ya que eso solo empeoraría las cosas pero aquel zorro vaya que forsejeaba y decía que me dejaran paz hasta que por fin un profesor apareció y detuvo está locura pero obviamente tomando represalias para mí y el pequeño zorro... Será que puedan ver más allá de sus narices?.

...

Nos encontrábamos en la sala de detención, solo yo y ese pequeño zorro —muy pequeño para ti— decía mi dios interno mientras me hacia un baile con las cejas, estaba sentado enfrente mio a lo cual su cola quedaba frente a mí y era muy esponjosa y de un color canela muy lindo así que no me contuve y con ambas manos comencé a tocarla lo cual de su parte causó un respingo

— Oye — titubea — no hagas eso.

— Discúlpame tengo una debilidad por las cosas esponjosas y suaves— seguía tocando su cola y pude notar que el estaba nervioso — te podría dejar tocar la mía si quieres, aunque no es tan suave como la tuya y además tiene puntas abiertas — le sonreí y al verme note que quiso decir algo pero mejor se dio vuelta y recargo su cabeza en el pupitre, yo me dispuse a seguir jugando con su cola.

Pasaron unos minutos hasta que el director entro por la puerta del aula, un gran tigre blanco que en su cara casi se podía leer "respeto"

— bien asi que señor Taylor es raro verlo por aquí, usted es un buen estudiante y es extraño verlo involucrado en algo como una pelea— decía en tono autoritario con su voz ronca  refiriéndose al zorro

No podía quedarme parado al ver tal situación director — el zorro trato de defenderse con su argumento pero el director lo ignoro haciendo una seña de desaprobación

— Esas no son excusas... Señor Hyde — sonrió sarcásticoTengo que verlo tan seguido? A usted le gusta mi presencia Verdad?

Yo solo sonreí y asentí pero enserio que esto sabía que terminaría mal

— Voy a ir al punto señor Hyde, no pienso tolerar más conductas así en mi escuela ni mucho menos aprobare que un estudiante casi devore a otro, así que no pienso soportarlo mas— saco una pequeña llave de su bolsillo la cual abría un cajón del escritorio y mis ojos se abrieron mucho al ver lo que sacó de este, debe de estar bromeando

— Ni lo piense, no pienso usar eso! — gruñía pero eso no lo haría cambiar de opción y usar esa cosa era impensable

— Lo siento señor Hyde pero nos orilló a hacerlo, un bozal es lo mejor para tranquilizar a una fiera como usted y que deje de enseñarle los colmillos a cualquiera— el director se acercaba a mí con esa cosa pero yo lo rechace y seguía haciéndolo hasta que por fin llamo a otros profesores para que me detuvieran y asi fue me tomaron por los brazos y me pusieron ese bozal con llave, trate de quitarlo pero era.imposible estaba unido a mí

— Entonces Señor Hyde espero entienda la situación, es muy inestable y necesita controlarse— me replicaba pero yo no quería escucharlo simplemente me habían quitado la libertad de aullar, comer, conversar — en cuanto a usted señor Taylor, causar revuelta en los pasillos y hacer una pelea solo por qué no se hizo justicia no es muy justo para esta escuela, no permitimos la justicia por propia mano así que como consecuencia tendrá que domar a ese chico — el director le dio mi llave del bozal y este simplemente me veía confundido ya que no sabía en lo que se había metido y enserio que con esta cosa en mi cara no quería a nadie cerca de mi

— es ridículo director, el hizo bien y está pagando algo que no es justo — nada es justo en esta vida me petia a mi mismo

— eso veremos, si aguantas un mes con el será tu responsabilidad alimentarlo h cambiar su bozal en horarios de clases —

Esto era ridículo ahora estaba en silencio y dependía de otra persona y ahora de una que nunca he visto en mi vida ... Esto se pone cada vez mejor

Determinación InsaciableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora