Poco me acuerdo de esa noche. Se que estuvimos hasta muy tarde, hasta el punto que nos tuvimos que quedar en la casa de Marino. Cabeza y la novia fueron al cuarto de huéspedes que tenia la casa, Roxie y Paula al de Marino, y nosotros nos quedamos en el living por obvios motivos. Por lo tarde que era, desistimos de dormir, y nos pusimos a tomar mate
-Y, que te parece?- la pregunta de mi amigo no se hizo esperar, intentando no poner una sonrisa victoriosa en su cara
-No se, hablamos un rato, si, pero fue bastante incomodo, mas porque ustedes se fueron todos a la mierda y me dejaron re tirado
En efecto, ambas parejas se retiraron, disque a comprar bebida, a pesar de la negativa de Paula, y el hecho de que yo había comprado bebida y estaba en el auto
-Bue, tampoco tan así, los dejamos solos para que se conozcan- sonaba convincente hasta que vi la cara de boludo con la que me lo dijo-Andate a la mierda, man, de verdad te digo.
Aun sabiendo como soy, va y me deja solo con una mina, para que "nos conozcamos". Tuve suerte de que solo empece a hablar y todo fluyo mas natural de lo que parecía en mi cabeza.
Hable un poco de mi carrera, de cómo se frustro mi idea de ir a la facultad, de que, si bien los autos no son lo mio, la computación automóvil seguía siendo un buen plan para el futuro. Ella primero me escucho por puro respeto, después como que se engancho a lo que yo decía, por primera vez había conseguido la atención de una mina simplemente siendo yo. Me sentí el chabón mas grande del universo.
Después hablo ella. Un poco de sus estudios y de cómo influenciaron en su trabajo, que de chica le gustaba mucho una publicidad de los chocolatines y alfajores y se dijo que ella quería hacer eso, de como conoció a Roxie durante la carrera de diseñador gráfico, y de cómo terminaron trabajando en la misma empresa de publicidad, que por lo menos una de las publicidades de autos que yo vi fue obra de ella, o al menos una buena parte, de cómo se conocieron Marino y Roxie, y de todo lo que este le hablaba a ella de mi.
-No sos nada de lo que me dijo Marino que eras- dice con una mirada bastante seria-No tengo idea de lo que ese salame te dijo, la verdad, pero si, le encanta fabricar historias y decir boludeces- trato de zafar apelando a lo bien que lo conozco
-No, no. Esta bien. El me dijo que eras calladito y tímido, pero esto es una alegre diferencia, no soy buena iniciando conversaciones- en un instante cambia esa mirada seria por una gran y brillante sonrisa
Realmente no era diferente a como yo era, pero para no quedar como idiota, di rienda suelta a mi palabrería sin objetivo ni sentido, pero no podía decirle eso, porque iba a quedar como que le hable solo por educación, cuando, en el fondo, trataba de ver que onda todo el asunto
-Por el contrario, ni Marino ni Roxie me hablan mucho de vos, como que tenían planeado que algo así pasara, no te parece?- río un poco nervioso, esperando que entienda mi chiste-Si, si. "Dejemos a los introvertidos solos a ver que hacen, a ver si maduran"- literalmente sonaba como algo salido de mi cabeza, pero era su voz la que lo decía
-Totalmente, casi como guiso con mayonesa- ahí salto una de mis analogías pelotudas, pero bue, si esto iba a llegar a algún lado, era hora de verlo
-Guiso con mayonesa?- hizo una cara algo rara, no asco, sino confusión
-Si. No combinan en nada, pero hay gente que insiste en juntarlos en un mismo plato
Al no recibir respuesta, me vuelvo a la parrilla. Un silencio incomodo invade el aire, este se vuelve pesado, y el único sonido es el de la grasa de la carne cayendo sobre las brasas ardientes. Mi cabeza yendo a mil por hora, pensando en la forma impresionante en que la cague, y de cómo voy a hacer para huir del lugar sin tener que dar respuestas a nadie.
En un momento ella empieza a reaccionar, primero una risa apagada, casi ahogada, luego ríe mas abiertamente, pero no una risa por compromiso, era el sonido de una risa genuina, como alguien al que le costo entender el chiste. Era una risa curiosa, como de niña pequeña, dulce, inocente y contagiosa. Y como tal, empiezo a reír también. Mi risa es un poco menos agraciada que la de ella, pero no puedo evitarlo, es genuinamente hilarante la situación.
Justo en ese momento, nuestros compañeros vuelven de su aventura al superchino del centro de Castelar, justo para encontrarnos riendo como dos nenes. Vuelven al patio y empiezan a reír, contagiados por nosotros dos. Luego de unos minutos la risa calma y todos nos quedan viendo
-Y? Como va ese asado, Lito?- Cabeza pregunta, con hambre y emoción-Bancá, man. En 15 sale, falta el pollo nada mas- mientras eso, le doy vuelta una ultima vez a la carne
En eso, Marino salta con un fernet recién preparado, se acerca y me pregunta, bastante fuerte para que todos escuchemos
-Y? Como fue? Nada que contar?
Era obvio que se refería a la media hora que pasamos solos con Paula.
-Tranqui- no se que mas agregarle, y eso provoca que me pregunte aun mas
-Nada mas? Dale boludo, no me la dejes picando- curioso me mira a mi, y luego a Paula-Dejalos, quizá no hablaron mucho pero algo sale- dice Roxie sacándole el vaso de las manos
Yo hago lo mismo, la miro a ella, y ambos empezamos a reír de la nada. Todos nos miran confundidos, pero volvemos a reír todos juntos.
-Sep, guiso con mayonesa
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Horror en Monserrat
Non-FictionRaúl Ferraro redacta las memorias de una vida. Una vida que pudo o no ser cierta. Memorias que van desde el momento mas feliz de su vida, hasta el punto mas profundo del pozo de la desesperación. Una vida cotidiana, marcada por su crianza y educació...