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Era la mañana para partir al desierto.

- ¡26 días y 26 noches! - hablo Hyunsuk a los caballeros y sus respectivos escuderos ante todo el pueblo - ¡La estación seca es corta, muy corta! ¡Si en 26 días no están de regreso los consumirá la muerte lluvia...! ¡No olviden que son el brazo vengador de Orfales! ¡Nuestros héroes!

- Si siguen así, van a reclutarlos desde la cuna - dijo uno de los espectadores.

- Son nuestros más fuertes y mejores jóvenes ¿y si tampoco regresan? - dijo una mujer a su lado.

- Esto no puede seguir así, se llevan a todos nuestros hijos - exclamaba otra mujer mientras acercaba más hacia su cuerpo a su hijo - Somin tenía razón.

- ¡Sean la hoguera! ¡Sean el fuego celestial purificador! ¡Su misión es sagrada! - miró por un momento a todos los caballeros - ¡Guerreros del sol, su gesta...! ¡Comienza! - llevó sus manos a la hoguera que tenía al frente, avivando más el fuego de ella dando así su bendición a los caballeros.

- Es el más astuto del rebaño. Te lo confío - Dijo Jiwoo mientras ayudaba a Taehyung a preparar bien la montura del gruds - Cuida bien de el, hermoso - dijo acariciando la cabeza del gruds.

- ¿Qué te preocupas por mi?

- No, por ti no. Por el gruds - Hoseok tapaba su boca para que su riza no se escuchara tan fuerte - También por ti, hermanito.

- Ah, más que nunca debo ser digno de este medallón - dijo mientras sujetaba el medallón que colgaba de su cuello.

- ¡Silencio en las filas escuderos! - dijo Jiyong antes de darles una fría mirada y colocarse el casco de la armadura.

- Desconfía de él Hoseok - le advirtió Jiwoo, dado a que iba a ser su escudero - Transpira odio por la piel.

Los caballeros empezaron a moverse arriba de los brontos, rompiendo filas y empezando así su travesía por el desierto. Hyunsuk observaba a su hijo partir.

- Que la luz suprema te acompañe - susurro mientras llevaba una mano a su corazón.

Ya habían salido de la explanada, la marcha era dirigida por los caballeros, seguidos después de todos los escuderos. Hoseok detuvo su marcha saliendo de la fila para ver por última vez su hogar.

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La marcha seguía sin ningun percance, deteniéndose cerca de pozos de lava durante las noches a descansar y que los brontos bebieran de la lava.

La marcha seguía sin ningun percance, deteniéndose cerca de pozos de lava durante las noches a descansar y que los brontos bebieran de la lava

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Pasaron por puentes de piedra y dunas pronunciadas. No se detenían durante el día, incluso con un tormenta de arena que frenaba un poco el paso de los demás, excepto a Jiyong y a Hoseok.

Los niños de la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora