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'estoy hundiéndome en el verdadero amor,
te estoy mirando, eres tan caliente.'

hologram / key

—Coger, casar o matar, señoritas

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—Coger, casar o matar, señoritas. Tú primero, Arin: Dongyun, Hodong y Yesung.

—  Facil. Cojo con Dongyun, me caso con Yesung y mato a Hodong.

Hay un coro de risas.

—Tu turno, Ahyeon. —Dice la última que habló mientras le dedica una sonrisa maliciosa de quien daría la peor y mas dificiles opciones—.Sun-

— Tengo novio.

No muy alejada del pequeño grupo de chicas se encuentra una criatura diminuta aparentemente alejada de todo a su alrededor. Ahyeon toma sus cosas del piso con tranquilidad e ignorando la mirada de sus amigas, sale de la cafetería. Es un día con un ambiente refrescante pese al sol cegador que brilla con furor en el cielo, Ahyeon hace visera con su mano para cubrir de los rayos uv a sus ojos y se dá cuenta de que no ha comido en lo absoluto e irónicamente acaba de salir de la cafetería. Sin embargo, estar otro rato en el cotilleo no era buena opción.

— ¡Mierda, me asustaste!

— ¿Por qué te asustaría?

El chico que se ha puesto delante suyo irrumpiendo su camino hacia su próxima clase, le recorre el cuerpo con la mirada y hay algo en sus ojos que nunca le terminan de convencer a Ahyeon. Suspira mientras niega con la cabeza; necesita irse pronto.

— Tengo clase ahora, ¿podemos vernos después?

— ¿Por qué esperar hasta después?

Sin mucha paciencia toma su rostro entre sus manos mientras deposita en sus labios un beso casto. Aveces con Youngheum las cosas se pueden salir un poco de control ante la menor provocación asi que espera que un beso como este sacie a sus hormonas. Youngheum sonríe y se rehúsa a dejarla ir ya que le abraza la cintura y es él quien le dá esta vez un beso profundo. Ahyeon acostumbrada a que, a final de cuentas, nunca se conforme con nada permite que le meta la lengua hasta donde se le plazca mientras observa con aburrimiento los pasillos deshabitados. A excepción, de un chico.

Ahyeon separa a Youngheum: — Te veo en nuestro lugar.

— Estaré esperando con ansias.—Aleja los brazos contrarios de su cuerpo y él sigue su camino de frente, no sin antes dejarle un gran beso ruidoso en el pómulo. Vuelve a suspirar después de librarse de Youngheum y continúa su camino presurosa.

— Asco.—El chico murmura por lo bajo pero lo suficientemente alto para que Ahyeon escuche. Ella se detiene a su lado, escrutándolo con su vista y alentando a que el otro repita lo anterior dicho—Dije: asco. Tu novio y tú deberían buscar un hotel o algo.

—¿Sabes, amigo? Parecía gustarte lo que veías porque no dejabas de vernos.

El chico sonríe con socarronería, aparentemente no le ha herido el ego con esa insinuación súbita de una chica que desconoce. Porque ambos son desconocidos aún pero eso no importa ahora, para Ahyeon es solo otra molestia.

— Puede ser, puede ser. —El chico dice ladeando su cabeza y acomoda algunos libros que sostiene entre sus manos al mismo tiempo que la observa mejor.

Ya la ha visto antes aunque eso no significa que sean conocidos o algo así. Está seguro que ella apenas y nota la existencia de alguien que no sea su novio idiota y sus amigas burlescas. En cambio, no es dificil notar a alguien como ella. La mayoría de veces que Chanyeol la ha visto ha sido en situaciones desagradables. Por ejemplo, el día de ayer vió como el idiota de su novio le metía la mano por dentro de los pantalones mientras ella escuchaba música por los auriculares totalmente desenfocada del acto y eso causó repulsión a Chanyeol.

Ahyeon quien tiene la cuenta regresiva para su siguiente clase, decide ignorar lo último que dijo el muchacho alto y vá hacia el aula donde llevará su clase sintiéndose enferma al recordar que más tarde tendrá otra sesión con Youngheum. Los chicos eran como niños, si no les cumplías el capricho lloriqueaban o simplemente estaban molestos; eran unos malcriados en totalidad y su novio no era distinto a la comunidad.

Esa tarde, después de una larga jornada de clases, fué al salón de la antigua biblioteca donde casi nadie (a menos que fueras a hacer cosas sucias) concurría y encontró a Youngheum fumando hierba, tuvieron sexo y después de acomodarse las ropas, salieron del campus tomados de la mano, ambos mirando en torno con un insólito odio al mundo.

Esa noche Ahyeon no fué directo a casa por muchas razones (su madre cubría un turno nocturno) asi que no habia presión en nada. Divagó entre la oscura noche repasando algunos momentos del abominable sexo de la tarde y sintiendo la bilis ascendiendo por su garganta.

A unos metros, vé un taller de repuestos con un gran letrero que está cayéndose a pedazos y un hombre que está lavándose la parte superior del cuerpo al aire libre. Ahyeon deja caer lo último que queda de su cigarrillo y lo aplasta con su pesada bota negra de metalera, camina con cautela hacia la maravilla que acaba de ver, sumamente deslumbrada y atraída por el cuerpo masculino.

Es hermoso, piensa y quizá lo manifiesta en voz alta porque el hombre deja caer la manguera al suelo y se gira. El corazón de Ahyeon se detiene, ¡es el chico de hoy! Las coincidencias eran una burla, una maldita burla pero al mismo tiempo, aquellas eran una manera de demostrar que el universo es perfecto y que todos fuimos creados con un propósito.

Ahyeon siente escalofríos en su cuerpo y un calor emanando en su vientre, se siente viva.

LOVER ー CHANYEOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora