LOU MY CAT

DOS

-No voy a tolerar más faltas a nuestro reglamento, Tomlinson.-Sentenció el canoso hombre que se mantenía detrás de su escritorio ejecutivo, analizando al joven sentado frente a él en una de las sillas complementarias de color negro forradas en cuero sintético.

El hombre arqueó una ceja ante el silencio del castaño y llevó su vista a la carpeta abierta que mantenía en sus manos.

-Llevamos tan solo una semana y tienes tres reportes por retrasos, ahora uno por mal comportamiento, además que a tu profesora de inglés casi le da un infarto cuando llegaste con el la ropa rasgada,¿cuántos vendajes has comprado hasta ahora? No entiendo cómo te lastimas cada día de la semana, ¿te atropellan diario?,¿tienes un león como mascota, un cocodrilo o un oso tal vez?

Louis negaba con la cabeza ante cada pregunta absurda de su director, bajó su mirada los primeros 10 minutos del inútil discurso del viejo comenzando a pensar muy seriamente en hacer una de esas universidades en línea,quizás era esa la forma de dejar de lastimarse cada maldito día de la semana, esta vez había llegado temprano a su clase gracias a que Zayn se encargó de despertarlo de la manera mas insoportable posible.

¿Qué había arruinado todo? Un estúpido examen de el que su amigo había olvidado avisarle, por supuesto que no podía culparlo, no era su obligación informarle que sucedía cada estúpido día que tenía un accidente antes de llegar a la escuela.

El moreno intentó remediarlo pasándole las respuestas de su examen y de una manera nada discreta, el morocho le pasó una hoja de su cuaderno llena de las respuestas como si la profesora no estuviera frente a ellos observándolos. Ambos habían terminado en dirección pero Zayn fue liberado rápidamente gracias a la responsabilidad que mostró la semana pasada, Louis no tuvo la misma suerte.

Escuchaba el eco del hombre hablando, pero no entendía absolutamente nada y no quería hacerlo, seguía sumido en sus pensamientos, debía comprarse un auto o una motocicleta. Tal vez una moto no era tan buena opción, pues Louis tendía a asustarse con facilidad y de solo imaginar un enorme tráiler pasar a su lado, o derrapar en la acera, o conducir demasiado rápido y que un insecto entre a su boca, podía verse a su mismo transformándose en la carretera, ante la mirada de todas aquellas victimas del trafico.

-Sí, llama a Payne a mi oficina.-Levantó la mirada hacia su superior, que mantenía el teléfono de oficina en su oido. Ladeó suavemente la cabeza al no entender para que llamó a otro estudiante, su mirada interrogante termino en los orbes marrones del anciano.- ¿Qué?

-¿Para que esta llamando a otra persona?-Cuestionó.

-Payne es uno de nuestros mejores alumnos, Louis. -Confirmó el director con una sonrisa orgullosa.- Voy a recurrir a él para ver si se te contagia un poco de su sentido de responsabilidad.-Miró su reloj de pared y cerró la carpeta que aún mantenía en sus manos.- Es un excelente modelo a seguir, estoy seguro que...

Unos suaves toques en la puerta interrumpieron las palabras del hombre, que autorizó a la persona que se encontraba afuera a pasar a su oficina.

-¿Que tal está, director? -Habló una voz gruesa, que provocó que la piel de Louis se invadiera de una sensación de frío, mantuvo los dedos de sus manos entrelazados, dejándolas entre sus rodillas.- Liam esta ocupado con el entrenador, me pidió avisar que no tarda en venir.

-Harry, toma asiento. -Saludó con un ligero movimiento de cabeza, el rizado obedeció cerrando la puerta tras de sí para después caminar hasta los asientos de cuero falso, se dejó caer junto al mueble en el que se refugiaba el castaño.- Siempre es bueno verte.

Louis observó por el rabillo del ojo a la persona junto a él, era enorme y con una gran espalda ancha, brazos musculosos y mandíbula marcada, todo esto haciendo un juego perfecto con esas largas y gruesas piernas.