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Las luces van demasiado rápido, el sonido hueco de pies chocando tenían su atención, su oído escuchaba un monitor cardíaco... El maldito hospital
La idea de haberse desmayado por la pérdida de sangre ya rondaba por su mente, un objeto se poso en su boca, al inhalar se dio cuenta que era una mascarilla de oxígeno
¿Cómo podía sentir las cosas? No lo sabia, el solo quería despertar y dejar ese horrendo lugar
Sus ojos se abrieron de golpe contrayendo su pecho por el aire -Doctora- escucho -DOCTORA- los pasos se hacían cada vez más audibles -¿Qué pasa Nat?- dijo un voz femenina entrando a la habitación -Ya despertó- dijo mirando al zorro -Dejame con él Nat, necesitamos hablar- dicho esto el nombrado salió del cuarto -¿Miles prower?- Tails asintió -Necesitamos hablar sobre tu complexión física- este desvío la mirada, una mirada que no fue desapercibida por la doctora -Esa mirada me demuestra que estas consciente de esto- se sentó en un asiento que está al lado de la cama de Tails, el aún seguía sin mirarla Ella suspiro -¿Porqué lo haces?- no contestó a la pregunta
Al no recibir respuesta alguna volvió a suspirar -Te daremos una cita con un muy buen Psicólogo- anotaba cosas en un pequeño cuadernillo Seguía sin mirarle ¿Por qué mierda va a darle una cita con un psicólogo? ¡El está bien!
Pensaba desesperado el zorro arrugado el entrecejo
-Llamamos a tus padres y no pudieron venir- le entregó una hoja arrancada que fue tomada con enojo por el zorro -Es por tu bien Miles- dijo la doctora mirándolo con preocupación, salió de la habitación dejando al rubio solo -Ni siquiera en algo como esto les importo- sus ojos se pusieron cristalinos -Yo me tengo que ir de aquí- callo en su cama mirando el techo
-No pueden pasar- gritaron
-Vallase al carajo- esa voz
La puerta se abrió de golpe asustando al menor, ahí estaban ellos tres, unos increíbles y buenos amigos que ya conocía de antes
-No pueden...- la interrumpió la eriza -Ya estamos adentro- le cerro la puerta en la cara a la enfermera -Tails- llegó rápidamente a su lado el cobalto -¿Qué pasó?- le tomo de los hombros -Solo me desmaye- dijo despreocupado tomando sus manos -Entonces ¿Por qué tienes vendas en la cabeza y brazos?- ¿Vendas en la cabeza? Soltó una mano del erizo para tocar se la cabeza, y ahí estaban una vendas que ni el sabía porque estaban ahí, en un momento el equidna quiso quitar las vendas en uno de sus brazos, pero el zorro detuvo sus objetivo -La doctora dijo que no podía quitarme las vendas por un largo lapso de tiempo, pero no te preocupes Knuckles... Estoy bien- acarició la muñeca de su amigo con una sonrisa -Bueno al menos estas bien- el más alto acarició de igual manera su mano -¿Pero qué te pasó?- preguntó la eriza acercándose a la camilla -En la cabeza no recuerdo, pero en los brazos la doctora dijo que tenía unas heridas profundas, pero no me especifico que- miró a la eriza un poco triste haciéndola suspirar -Luego preguntaré que te paso- dijo en su mente -Lo que importa es que estés bien- acarició su cabeza
Sonrió, esa sonrisa era falsa, sus bellos ojos azules como el cielo no tenían el mismo brillo que hace años mostraban, ahora sólo eran un cielo nublado sin ningún toque de brillo, ese hermoso brillo característico de el
-Sonic, Amy- llamó la atención de los dos -Puedes salir un rato, necesito hablar con él- los dos erizos asintieron y salieron del lugar -Tails...- se callo para tomarlo por los hombros -Deja ese maldito mundo- los ojos del menor se abrieron de par en par ¿Cómo mierda se dio cuenta? -No siempre soy el idiota del grupo, tu complexión no es la misma, la última vez que te cargue no pesabas nada. Eres mucho mas delgado que antes, siempre utilizas esas estúpidas vendas para tapar tus malditas cortadas-
Los ojos de Tails se llenaron de lágrimas, seguían completamente abiertos, estaba sorprendido, no se imaginaba que alguien como Knuckles se diera cuenta de todo, ni siquiera Amy, que tiene una buena visión, no... Sino Knuckles, unos de los que menos habla del grupo, uno de los que mira a otro lado, unos de los que siempre esta detrás, uno de... Ya entendió, ya entendió porque siempre está detrás, ya entendió porque siempre miraba a todos lados, ya entendió porque casi no hablaba, ya entendió
-¿Cortadas?- rio a carcajadas -¿Cortadas? ¿Por qué piensas eso?- rio nuevamente -¿Me crees un idiota?- apretó un poco su agarre tensado al zorro -Me fijo en cosas que una persona normal no se fijaría- le miraba enojado -Quitame las vendas- le mostró sus brazos - Vamos quitamelas- dicho y hecho lo hizo, pero se sorprendió... Nada ¿Qué? -Ves- tomó nuevamente las vendas -No tengo nada- comenzó a colocarse las tiras de lienzo -Y como explicas tu delgadez- No sabe con quien está hablando, con un zorro amarillo de dos colas que es el más inteligente del grupo -En esa parte no te miento, no he estado comiendo bien los últimos días no se tiene tanta comida en casa- sonrió
-Pero...- -Pero nada Knuckles- le interrumpió -No me pasa nada- le miro directo a esos ojos amatista del más alto de ahí -No... No...- salió de la habitación, sus pasos se escuchan a lo lejos -¿Qué pasó Tails?- preguntó la rosada entrando con el cobalto -Tenía algo que hacer y se fue corriendo- -Pero se veía preocupado- dijo el erizo azul -No me dijo exactamente que fue lo que se le olvidó, pero tenía que hacerlo rápido- alzó los hombros -Bueno, creo que será mejor irnos, no queremos que llamen a la policía- dijo la chica -Adiós Buddy- le sonrió y los dos salieron rápidamente
Su pelaje era conocido por ser suave y largo, un pelaje que podría tapar esas cortada que decía Knuckles, pero al equidna se le olvidó con quien hablaba
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