¡Cállate! | Wosani

Fin

Entonces... ¿Realmente me harán escribir una conclusión para esto? Pense que había quedado bastante claro que yo también le gustaba a Daniel. Impresionante, ¿no?

    Así es, ese Daniel tan lindo y charlatán en realidad estaba interesado en mí desde la primera vez que hablamos.

     Justo ahora, no tengo las palabras suficientes para expresar la situación intensa en la que me he metido. Después de ese día, salimos durante toda la escuela e incluso fuimos a la misma universidad. A Dani nunca se le fue lo charlatán, y a mí tampoco lo pensador.

     Pero bueno... Las cosas resultaron mejor de lo que pensaba.

      — ¡Es malditamente tarde, ni siquiera te has terminado de peinar! No sé por qué mierda tengo que estar haciendo esto por vos, ahhh, ¿pensas que porque soy tu esposo tengo la obligación de hacer esto? Todo el día, todos los días.

     Planté un beso en la frente de Daniel, acomodando en su traje la corbata.

     — Amor...

      — ¿Qué? ¿Me estás pidiendo con un beso así que me calle? Eso no es un beso... Esto es un beso.

      Entonces él me tomó de los hombros, dándome un beso sonoro que llegó hasta mis orejas. Al separarse de mí, me sonrió y suspiró.

    ¿Ven lo que digo?

     No pudo resultar mejor.