Capítulo 1 Reminicentia

22 4 0
                                    


Pase mis manos a lo largo de la mesa mientras miraba la lluvia bañar a cantaros el jardín. La lluvia era cosa de siempre en Inglaterra, pero no podía evitar pensar que eran algo deprimentes los tonos grises que cubrían el cielo que poco a poco perdía los rayos del sol. Eran cerca de las ocho, casi hora de cenar, pero no había casi nadie en el comedor.

L había llegado después de tres meses de ausencia, y lo primero que hizo al llegar fue hablar con los niños. Podría ser una persona particular en su forma de convivir, pero de alguna u otra forma los niños acababan por agradarle.

Me levante por fin de la mesa y deje mi bandeja junto con las demás. Y me dirigí a donde Watari para saber las actividades de la semana. Mis clases no eran como las de los demás niños. Yo no debía esforzarme en los troncos comunes. Watari había diseñado un sistema para hacerme los suficientemente funcional para suplantarlo el día que fuese necesario, entendía completamente su razón para ponerme en semejante lugar aun siendo tan joven.

El no buscaba que fuera la mejor resolviendo ecuaciones o asesinatos. Quería mi cabeza centrada en educar y apoyar a la gente que se enfrentaría al mundo. Por lo tanto, era considerablemente blando en ese aspecto, pero tremendamente exigente en el entendimiento que tenía sobre la psique humana, y cualquier cosa que fuera útil para ayudar al próximo L.

Su idea de funcionalidad se centraba sobre todo en que pudiera darme a entender con la gente. Desde hablar cuántos idiomas pudiera, memorizar planos enteros con facilidad, ser lo suficientemente perspicaz para manipular a la gente y conseguir lo que necesitara L.

Toque la puerta de su oficina y en seguida lo escuche dándome el pase.

­-Hola Lila, ¿has cenado ya?

-Sí, el comedor está completamente solo así que he podido hacerlo más temprano hoy.

Watari hacia solo las preguntas de rutina, jamás se interesó en tener conmigo la misma relación que tiene con L. De puertas para fuera cualquiera diría que Watari solo es un sirviente, pero es más que eso. Es lo más cercano a un padre para L. Y la única persona que ha ganado su cariño.

-Está semana quiero que te concentres particularmente en el psicoanálisis, la próxima semana llegarán más niños y quiero que esta vez tú lo recibas. Es momento de que empieces a evaluar más a fondo a los aspirantes, debes formar lazos fuertes antes de que hacienda el nuevo L.

Por lo general me entregaba libros para que los leyera y debía dar al menos dos reportes de cada uno y practicar con los posibles sucesores. Cosa que era de mis favoritas, en especial el campo de la psicología me parecía sumamente impactante. Imaginar que existe una razón de tras de lo que alguien hace, piensa y es. Es simplemente intrigante.

Me despedí y enseguida me dirigí a mi habitación. Estaba en el edificio principal, cerca de los comedores y de la habitación de L. Los demás niños dormían en los edificios del lado derecho de la propiedad, ya que quedaban más cerca de los salones y del auditorio donde L solía hablarles. Por mi parte nunca me había interesado en escuchar las historias de L.

Si bien era alguien increíblemente listo, lo que solía contarles a los niños yo ya lo había leído en reportes y lograba entender en su mayor parte su manera de resolver las cosas.

Era alguien listo y capaz, rara vez se interesaba en casos comunes, no era una máquina de resolver casos. No importaba la cantidad, solo la calidad. Se centraba en lo que le llamaba la atención, en lo que le parecía creativo o lo suficientemente retador como para hacerle pensar un par de horas. En alguna ocasión en casos que involucraran dinero, después de todo el orfanato no se mantendría solo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 28, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Natura H.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora