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Para el baile su madre lo había obligado a utilizar una túnica de un pulcro negro, como la ironía de su apellido, y el solo había accedido a ponérsela porque era hermosa y para su disfrute realmente cómoda de usar, incluso se atrevía a decir que lo hacia ver más guapo de lo que por derecho ya era. Sin embargo, ninguno de estos detalles eran algo de lo que quería que su madre se enterara, por lo que, para su fastidio, llevaba quejándose desde que salieron del 12 de Grimmauld Place del que su vestuario estaba hecho de un pésimo material para un integrante de la estirada familia Black que iba a ser un lambiscón con cualquier otra familia sangrepura y desagradable de su circulo social.

Gracias a ello, por poco había logrado que Walburga lo hechizara de no ser por el control de su padre viéndose cada vez más decepcionado de su primer hijo y Regulus fastidiado con él porque no dejaba de hablar y el solo quería tener una noche lo más tranquila posible, sin tantas peleas de por medio como estaba ocasionado.

Encantando por arruinarles la noche desde el inicio, solo maquinaba sobre que otras bromas podría hacer al llegar a la asquerosa reunión de estirados sangrepuras, lo que con seguridad ocasionaría un revuelo entre todos y haría que por fin fuera desheredado de la línea Black, y con ellos pasara el resto de sus vacaciones con la familia Potter, donde realmente sentía que pertenecía desde que conoció a James al entrar a Hogwarts. Así que, quedando en silencio, un momento de paz antes de la tormenta lo llamaban los muggles, se dio cuenta que habían llegado a la ostentosa residencia de la reunión, de la cual solo podía recordar era una vieja mansión que pertenecía a una familia francesa que no le interesaba lo suficiente para almacenar detalles.

A pesar de ello, no pudo evitar admirar la asombrosa arquitectura del lugar y que en definitiva lucia bastante diferente a donde el mismo había crecido, pues donde la casa Black era oscura y llena de magia enfermiza que rodeaba el ambiente, ese lugar era luminosos y lleno de una armonía que podría avergonzar fácilmente la casa de los Potter, que el había clasificado como uno de los lugares más armónicos que había pisado en su vida.

No queriendo verse inmerso en lo impresionante del lugar, mejor eligió sonreírles pícaramente a algunos asistentes que se encontraron en la recepción, lo que ocasiono que su madre le diera un pellizco y que esos sangrepuras miraran a otra dirección en lugar de él, tal vez para evitarle a Walburga la vergüenza de reconocer a su hijo desviado, como lo llamaban todo el tiempo.

Y tras los saludos vagos, por fin pudieron entrar correctamente al lugar y el, busco rápidamente su primer objetivo para atacar, lo que pudiera servirle para utilizar alguna opción que guardaba en una bolsa extensible que traía consigo o para provocar un desastre que espantara a todos los invitados a la reunión y lo hiciera volver indignados a su hogar, pero de ninguna forma espero que su padre lo tomara por el hombro en un agarre de hierro, que para los otros podría lucir inofensivo ya que estaban en igualdad física, pero que para el estaba siendo una clara orden de que se comportara y no causara ningún problema, a lo que solo decidido darle una mirada retadora que señalaba que si causaría muchos problemas.

Entonces en su primera oportunidad, cuando lo que creía que eran los anfitriones de la fiesta se acercaron a saludarlos, el se escabullo rumbo a la salida mas cercana, que daba a un pasillo solitario y que para el era una oportunidad de encontrar las cocinas y ocasionar un revuelo entre los elfos domésticos.

Pero sin ninguna prisa de por medio, se dio tiempo de admirar más calmadamente todo a su alrededor, desde los suaves colores perla que cubrían las paredes, hasta los maravillosos retratos enmarcados que tenían una variedad de rostros bonitos en ellos; pálidos con cabellos oscuro resaltando sus facciones y labios rojizos como el color de la sangre. Todos ellos lo observaban con detenimiento mientras caminaba, solo con la diferencia de que no tenían el habitual asco al que el ya estaba acostumbrado por los retratos de Grimmauld Place , lo que en definitiva despertaba su curiosidad por saber quiénes eran esta enigmática familia que había hecho la reunión de esa noche.

Fire On FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora